Este Blog es en homenaje a los que descansan en el Cementerio de Azul (Prov. de Buenos Aires, Argentina), que nos precedieron en el duro camino de la vida y que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a hacer grande a esta ciudad. Nació de la mano de Vicente Lencioni y hoy nos toca continuar su legado, siguiendo el principio que él se planteara al construir este sitio.
CEMENTERIO DE AZUL Homenaje a la majestuosidad de la muerte y a la síntesis histórica. La ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina, rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos. Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección. Entrando ya al interior del Cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la Argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa María Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.



A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que "la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.

(José Vicente Cuenca Phd Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia Santa Fé de Bogotá, 1994)


viernes, 30 de julio de 2010

fotos antiguas
















Agradezco muy espacialmente al señor director del museo etnografico Squirru, Eduardo Aguero y a la Licenciada Sandra Adan.

Sepulcro de la Señora Somigliana Regente de la Escuela Normal circa 1905



Aca descansa la señora Gregoria Somigliana regente de la Escuela Normal, educadora de alma de ella dijo calificandola, Joaquin V.Gonzales, ministro de educacion, meritoria Educadora
una breve biografia:
el 26 de mayo de 1887 se inaugura la Escuela Normal de Azul y se incorpora como estudiante
año 1889, se gradua de maestra
año 1890, es nombrada maestra
año 1895, Regente , actuando 10 años
Fallecio el 21 de agosto de 1905


Fuente: Hemeroteca de Casa Ronco
agradezco muy especialmente a
Enrique Rodriguez
Eduardo Agüero Mielhuerry

.

martes, 27 de julio de 2010

El Cipres como arbol funerario


CIPRÉS: Como todos los árboles fálicos, -dice De Gubernatis-, el ciprés es, al mismo tiempo, un símbolo de la generación, de la muerte y del alma. Pero, sobre todo, en su calidad de árbol perenne, siempre verde, perfumado, de madera incorruptible como la del cedro, ha tomado una significación funeraria. Ya desde los tiempos paganos, se asocia con la idea de la muerte. Así, entre diversos pueblos primitivos y entre los griegos, que lo consideraban como uno de los atributos de Hades y de otras

fuente internet botanica funeraria

La masoneria en el cementerio de Azul


simbolo masonico en el frontispicio de una boveda



bovedas con simbolos masonicos en el cementerio




de acuerdo a investigaciones realizadas, la masoneria tuvo mucho que ver en el desarrollo de la ciudad de Azul
Los Masones en Azul
La Masonería es una institución de caracter iniciático, filantrópico y filosófico, fundada en el sentimiento de fraternidad. Su objetivo es la busqueda de la verdad y fomentar el desarrollo intelectual y moral del ser humano, además del progreso social.
Los masones se organizan en logias, que a su vez pueden estar agrupadas en organizaciones superiores denominadas "Gran Logia", "Gran Oriente" o "Gran Priorato".
Dentro de la Masoneria existen distintas ramas o corrientes, su diferencias están marcadas por la admisión de la mujer, cuestiones religiosas...

No se reconoce la iniciación masónica femenina y no se acepta el contacto masónico con las Logias que admitan a mujeres entre sus miembros.
Están expresamente prohibidas las discusiones sobre política y religión, así como el posicionamiento institucional sobre estos aspectos.

El principio de libertad absoluta de conciencia. Admite tanto a creyentes como a ateos.
Los juramentos pueden realizarse, según las Logias, sobre el sobre el Libro de la Ley (las Constituciones de la Orden) o sobre el Volumen de la Ley Sagrada, en ambos casos junto a la Escuadra y el Compás.

Algunos célebres masones... George Washington, Winston Churchill, Voltaire, Simón Bolívar, Mozart, Salvador Allende, Benjamín Franklin, Oscar Wilde,...

Socialmente se ve a los masones como unas sociedades secretas con un gran poder, encargados de mover los hilos de la humanidad. Se dice que son los culpables de que unas cosas salgan adelante y de que otras, sin embargo, no salgan a la luz.


Masoneria en Azul
El 8 de agosto de 1867 se constituyó la Logia "Estrella del sud" Nº25, y lentamente extendió sus raices hacia ciudades como Olavarria, Tandil, Bahía Blanca y Coronel Suarez entre otras.

Los Molinos Harineros, la Biblioteca Popular de Azul, el Asilo Hiram y el Hospital Municipal, el Parque Municipal, la Catedral, la Curtiembre y la Cervecería de "Piazza Hnos." y tantos otros sitios de Azul, encontraron sus origenes en los esfuerzos y luchas de decenas de masones.

Rivas, Leyría, Piazza, Dher, Pouyssegur, Cristobó, Berdier, Brumana, Forns, Artigas, López, MArchisio, Urrutia, Barón, Darhanpé, Pourtalé, Loustau, Miñana, Aztiria, Marquestau, Solans... La lista de "hermanos" sería interminable, pero no hay dudas de que cada uno de los apellidos antes mencionados fue sinónimo de producción, política, cultura, educación, arte, literatura, pero por sobre todo, se trató de librepensadores.

El nuevo siglo y el recién llegado Sacerdote Cesar Cáneva, trajeron consigo cambios muy profundos para Azul. La Logia se redujo hasta casi desaparecer, se cerró el Templo y las obras de caridad que sustentaba pasaron a otras manos. Pero los masones continuaron sosteniendo sus ideales, contribuyendo paradójicamente- a las tareas de la Iglesia Católica. Una vez mas, los límites entre masonería y cristianismo se desdibujaron en este complejo Azul, donde todo indica que nada es lo que

parece...


Fuente: datos extraidos de Internet

- Diario "El Tiempo" en Suplemento Especial Aniversario. Colaboración: Enrique Rodriguez y Eduardo Agüero
fuente: turismo en Azul guia turistica de Azul

lunes, 26 de julio de 2010

Firma del señor Cura Parroco en el acta del primer sepultado

Adalberto Jesús Sanfilippo






Adalberto Jesús Sanfilippo
Nacio en 1933
Falleció en 2000
Se desempeñó como Secretario General de ATE
Concejal del Partido de Azul, por el partido justicialista, su mandato fue interrumpido por el sangriento golpe de 1976, pasando muchos meses preso.
Cuando volvió la democracia, en 1983 retomó su fecunda actuación política y gremial.
falleciendo al tiempo.
El pueblo de Azul, y los trabajadores en especial le deben un homenaje a su voluntad de trabajo, y por sobre todas las cosas a su honestidad, hombría de bien y su fidelidad a los principios justicialistas

Pedro Anibal Cardozo, dirigente Gremial



Pedro Aníbal Cardozo: Nació en Azul el 10 de mayo de1925. Hombre humilde y de trabajo. Desde muy jovencito (15 años) comenzó a trabajar para sostener la economía familiar, ya que era el menor de diez hermanos y desde muy pequeño había perdido a su papa. Ya desde sus primeros empleos empezó a interesarse por las luchas obreras en pos de lograr mejores condiciones laborales y sociales, desempeño distintos trabajos; peón de turf, peón de albañil, recolector de maíz, y finalmente arbitro de futbol y obrero panadero, actividades las realizo hasta ultimo momento. O sea hasta su jubilación- estos dos últimos oficios lo llevaron a abrazar con pasión y compromiso y convicción al gremialismo que lo llevo a emprender una larga lucha y fructífera trayectoria dentro del mismo. En varias oportunidades se desempeño como Secretario General de U.T.E.D.Y.C (arbitro) y panadero. Cargos y funciones que hicieron posible que durante 15 años estuviera al frente de la CGT. (Confederación General del Trabajo) Regional Azul.
Por otra parte desde aquel histórico 17 de octubre de 1945, abrazo con fervor la causa del Movimiento Nacional Justicialista, convirtiéndose en activo militante peronista
Ideología política que se constituyo en su filoso9fia de vida. La mayor ambicio9n que mantuvo a lo largo de su vida fue trabajar en beneficio de sus convecinos y asi lo hizo diariamente hasta el final de sus días.
Su compromiso social gremial y político su libertad de pensamiento su honestidad y su humildad fueron su mayor riqueza y el tesoro mas preciado que supo dejarles como herencia a su familia que con orgullo lo mantendrá vivo en el recuerdo y en su corazón

Vista de la Capilla de Responsos



Capilla situada a la entrada del cementerio, generalmente alli se realizan los responsos antes de realizar la inhumacion

viernes, 23 de julio de 2010

Espada de Dn Juan Manuel de Rosas donada al pueblo de Azul



reproduccion de la espada del Brigadier Juan Manuel de Rosas







Retrato al óleo del Brigadier General Dn. Juan Manuel de Rosas, por medio de un Decreto, por el firmado, Pedro Burgos, fundo el pueblo de Azul.
Una de las primeras construcciones fue un pequeño rancho que se destino a Iglesia.
En 1834, cuando volvía de la campaña del Desierto, paso por azul y dono su espada, cuya empuñadura se alcaza a distinguir en su mano derecha.
Según Guillermo Palombo, en nota aparecida en el diario El Tiempo, en 1978, la cual transcribimos: La espada permaneció durante muchos años frente a la imagen de la virgen junto con dos espigas de maíz adornadas con cintas color punzo.
Caído el Brigadier del poder continúo allí.
Pero en el año 1862, dificultades económicas derivadas de la necesidad de llevar a cabo reparaciones en el edificio del templo, hicieron que se dispusiera llevar a cabo la puesta en venta de la espada, para obtener recursos. A petición del cura párroco así lo aprobó la Corporación Municipal y así consta en el asiento numero 50 del Digesto Municipal editado en 1891, allí se refiere que la espada se vendió en la suma de $ 250.= y fue adquirida por el vecino, Manuel B. Belgrano, y este lo dono al Museo Histórico Nacional(2)



(1)Retrato al oleo del Brigadier General Dn. Juan Manuel de Rosas
Óleo sobre tela
Museo Histórico Nacional Cronología Militar Argentina 1806-1982
Comando en Jefe del Ejercito 1982
(2)Yuyu Guzmán La espada de Rosas en la iglesia de Azul Historia
de Azul fascículo iv Pág.56 Diario el Tiempo

jueves, 15 de julio de 2010

Un Crimen que conmovio al Pais


tumba que guarda los restos de los Banks en el cementerio de Azul


Banks foto de epoca


                      
         Equipo que relizo las autopsias,  el de traje  es el Doctor Pintos











Fue uno de los crímenes más sonados de su época: ahogado por la bancarrota, un chacarero de Azul, portador de prestigioso apellido, mató a sangre fría a ocho personas, entre éstas, a tres de sus hermanos y dos de sus sobrinas


El 18 de abril de 1922, Azul se despertó conmovida, por el terrible asesinato cometido por un caracterizado vecino Don Mateo Bank, en un acto de locura o inconciencia, disparó a mansalva matando indiscriminadamente a varios familiares y peones que trabajaban en su campo, acosado por sus deudas, cometió el terrible homicidio.
Su padre fue un caracterizado vecino irlandés que estaba afincado en el país desde 1862. Dedicados al trabajo agrícola. Su madre también irlandesa, se llamaba Maria Ana Keena
Tuvieron siete hijos siendo Mateo, el tercero.
Alrededor de 1897, compraron una fracción de campo en la Estación Parisch, y es la que corresponde al campo llamado de la Buena Suerte.
Mateo Banks se caso con Martina Gainza, radicándose en Azul, alrededor de 1912, teniendo cuatro hijos. Con respecto a su vida en Azul, podemos decir que tenía una gran participación en la vida religiosa del pueblo manifestándose como un ferviente militante del catolicismo portando el palio en las procesiones Además en el ámbito comercial era representante de la agencia de automotores Studebaker, automóvil muy lujoso en esa época, a pesar de eso contrajo varias deudas, por su afición al juego, cosa que hacia habitualmente y jugaba muy fuerte. Aparte se comentaba que había no solo contraído deudas sino que había estafado a algunos chacareros, y a sus hermanos según consta en los archivos del juicio.
En la acusación del tribunal para llevarlo a juicio, el escritor Álvaro Abos, en el artículo ya citado cuenta lo siguiente:

El juicio a Mateo Banks, acusado de ocho homicidios consumados con premeditación y alevosía, tuvo lugar en el Sport Club de Azul, habilitado como tribunal. El lugar estaba abarrotado de gente y el acusado, un hombre robusto cuya pelirroja testa y amplios bigotazos denunciaban su ascendencia irlandesa, debió ser protegido por la policía pues el público quería agredirlo. En el juicio, Mateo Banks se retractó de la confesión, que le había sido arrancada, dijo, con torturas. Pero las evidencias reunidas en la acusación del fiscal, el doctor Horacio Segovia, eran lapidarias contra Banks .

Comenzado el juicio Banks es defendido por el doctor Luís Maria Larrain, que en esos momentos se desempeñaba en tribunales como Defensor de Pobres, actuando como fiscal acusador el doctor Horacio Segovia, estando el Tribunal compuesto por los siguientes miembros doctor Lisandro Salas, como presidente y vocales los doctores Armando Pessagno y Abdón Bravo Almonacid, durando el juicio mas o menos diez meses, siendo sentenciado a cadena perpetua. Inmediatamente su defensor presenta ante la Corte Suprema de la Nación un recurso de inaplicabilidad e inconstitucionalidad de la Ley, que es concedido el tres de abril de 1923, rechazando la Corte el de inconstitucionalidad, derivado a la Cámara Tercera de Apelaciones en lo Criminal de la Plata, esta Cámara confirma la sentencia de Primera Instancia.
En 1924, es trasladado al penal de Ushuaia, sentenciado a reclusión perpetua, después de 19 años sale en libertad, pues la habían reducido la pena a su pedido, esto se debió a su excelente comportamiento, cuando deja el penal, cuenta con 70 años de edad.
Su mujer pidió la anulación del matrimonio y sus hijos cambiaron su apellido por el de su madre que se llamaba Martina Gainza.
Un día a los 77 años bañándose resbaló y falleció en la bañadera.

Los Banks, fueron sepultados en el Cementerio Único, están en tumbas una al lado de otra Según la tradición parándose frente a las cruces que marcan las tumbas las victimas están enterradas de acuerdo a como fueron asesinadas. (de izquierda a derecha)
Salvo dos de ellas están identificadas una pertenece a Sarita Banks y la otra a Maria Ana Banks.

fuente:
Crimen y Status social Hugo Alberto Hohl noviembre 1998
Diario el Tiempo

miércoles, 14 de julio de 2010

la poetisa de Azul



Momento
(La poetisa María Alex Urrutia Artieda)"
(Óleo sobre tabla - 0,45 x 0,35 m – 1952
Alberto López Claro,( Claudio Lantier)

Cruzando el peristilo del Cementerio Unico de Azul, nos encontramos un poco hacia la derecha del visitante un ciprés y bajo ese ciprés yace la poetisa de Azul Maria Alex, ella lo mando a plantar cuando sintió que la muerte la acechaba, quiso tener un lugar elegido para descansar por
la eternidad, asimismo escribió su epitafio que esta grabado en una lamina de bronce, el mismo fue escrito diez años antes de su muerte.


Caminante: Aquí dice Maria Alex;
mas no creas que yazgo en esta fosa;
pues apenas llegada, presurosa,
me trepé por la savia silenciosa
hasta el gajo más alto del ciprés.
Y allí estoy, caminante, allá en la altura
como ayer en la tierra y en el anhelo:
rodeada de pájaros y cielo,
encendida de canto y de dulzura



Fue una educadora, y escritora generaciones de Azuleños tienen la impronta de sus enseñanzas citaremos algunas de sus obras.

En 1938 publica su primer libro de poemas titulado Música Interior, por su fuerza interior y su rima, fue solicitada por la Biblioteca de Nueva York, a fin de incorporarlo a su patrimonio bibliográfico, desde entonces escribió y escribió hasta su muerte.

El último libro de nuestra poetisa fue MUJERES DE AQUELLA PAMPA, poemario ilustrado con bocetos de Doelia Alvarez, y dedicado a las primeras y valientes pobladoras de esta zona.
Colaboro, asimismo en el diario el Tiempo.
En su larga trayectoria como escritora y docente recibió numerosas distinciones loas que citaremos algunas de las recibidas
-En 1971 recibió el Premio Alma fuerte, otorgado por la Sociedad de Escritores de la Pcia. de Bs. As.; fue la primera vez que tal lauro se otorgara a una mujer
-En 1974, y por Decreto del 13 de Septiembre, el Poder Ejecutivo Bonaerense la consagró como Hija Benemérita de la Provincia, motivo por el cual viajó a nuestra ciudad el Ministro de -- Educación, Dr. Tomás Diego Bernard, quien le hizo entrega de una medalla de oro y un diploma.
-En 1975 la Biblioteca Popular de Azul la designó Socia Honoraria, y su querida Escuela Provincial Nº 2 la hizo, simbólicamente, depositaria de su llave

-Al año siguiente, la Intendencia Municipal declaró a su obra " LA PATRIA CHICA " como Poemario Oficial de Azul.

-Y en 1978, en un cálido homenaje que le realizan el Diario El Tiempo y la comunidad toda, fue descubierta en su casa de Int. De Paula (ex Uriburu) 474 una placa conmemorativa de los 40 años de la aparición de su primer libro, MUSICA INTERIOR.

Nuestra poetisa falleció el 15 de Octubre de 1982. Como reseñara Adriana Abadie en " Fotos y Letras ", su postrera voluntad está reflejada en el mármol de su propia tumba. Allí, casi en la entrada misma al cementerio municipal, y bajo la sombra del ciprés que resguarda su sueño eterno,

                                              María Aléx, la poesía hecha mujer



Por Eduardo Agüero Mielhuerry

Trabajo declarado de Interés Legislativo y Comunitario por el Concejo Deliberante de Azul.


En el siglo transcurrido desde que el Presidente de la Corporación Municipal, Federico Julián Olivencia, le impuso nombres a las 36 calles que tenía el pueblo -denominadas hasta entonces con números romanos-, y el decreto que denominó tres arterias en diciembre de 1979 (O’Connor, Obligado y Py), Azul se transformó y creció radicalmente.
Hacia 1888 la cuadricula del pueblo -pronto a ser declarado ciudad-, había crecido equilibradamente con la incorporación de ocho denominaciones establecidas mediante el Decreto N° 354 promulgado por el intendente Pedro Oubiñas, incluyendo el nombramiento de dos “avenidas”.
El deslumbrante siglo XX acarreó cambios e incorporaciones a la lista de calles azuleñas. Algunas perdieron sus primigenias denominaciones y otras surgieron gracias a la Ordenanza N° 782, del 18 de octubre de 1924, mediante la cual el Honorable Concejo Deliberante, por unanimidad, le impuso nombres a veinte nuevas arterias abiertas y/o rectificadas en su trayecto. El proyecto había sido presentado y tratado por una Comisión especial integrada por Eduardo Berdiñas, Gregorio Motti, Francisco Gilardoni y Pedro Guiraut. Días después, éste último, que era el intendente Municipal de aquel entonces, la promulgó.
En 1942, durante la administración del intendente José María Peluffo, se denominaron cinco avenidas, tres de las cuales fueron caracterizadas como “de circunvalación”, delimitando concisamente los que se creían iban a ser los límites de la ciudad. Sin embargo, como pronto fue evidente, Azul no se detuvo en su desarrollo.
Pasada la mitad del siglo XX, el crecimiento poblacional se vio acentuado, extendiéndose notoriamente la ciudad. Inclusive, el intendente Ernesto María Malére creyó que era conveniente modificar el método de denominación pasando a un sistema numérico. Sin embargo, los vecinos no se adaptaron al mismo y quedó implementado solamente para algunas calles que permanecieron sin nombre o se continuó usando a los fines catastrales.
La “Comisión Municipal de Investigaciones Históricas del Partido de Azul”, a cuyo frente se hallaba el historiador azuleño Vicente Porro -quien contaba con la incansable colaboración de la poetisa María Aléx Urrutia Artieda-, hacia 1956 planteó la incorporación a la lista de calles azuleñas de nuevos nombres, los cuales fueron propuestos a sabiendas del significado que los mismos acarreaban para la historia lugareña. En consecuencia, mediante un Decreto-Ordenanza del 12 de noviembre de 1956, firmado por el comisionado Guillermo Rodolfo Sarmiento, se le impusieron nombres a quince nuevas calles de la ciudad.
Años más tarde, continuando con los cambios y algunas incorporaciones, llegaron dos nuevas denominaciones al ejido azuleño, Juan Bautista Justo y Carlos Pellegrini, dos personalidades de peso en la política nacional que marcaron indudablemente nuestra historia. Ambos nombres fueron impuestos durante las administraciones de los intendentes Pedro Armando López y Julio Villanueva.
            Al iniciarse la década del ’70, Azul vivió una interesante etapa de expansión en una época compleja. La primera nueva denominación que apareció por entonces en la cuadricula urbana fue General Martín Miguel de Güemes (Decreto del 14 de junio de 1971). Luego fueron bautizadas las calles: Perú, Ecuador, Colombia, Guyana, Venezuela, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, Chile, Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia (Decreto del 9 de junio de 1972); Manuel Chaves (Ordenanza N° 147 del 5 de septiembre de 1974); Maestras Azuleñas (Ordenanza N° 271 del 21 de julio de 1975); Tierra del Fuego y Antártida Argentina (Ordenanza N° 362 del 23 de septiembre de 1976).
Como marcamos al comienzo, el 16 de diciembre de 1979 -un siglo después de aquél decreto fundamental de marzo de 1879-, otro decreto, en este caso el N° 441, marcó el cierre de un ciclo con la incorporación de nombres tales como Teniente de Marina Eduardo O´Connor, Teniente Coronel de Marina Erasmo Obligado y Comodoro de Marina Luis Py.
            Empero el crecimiento de Azul no se detuvo y, finalmente, en la década del ’80 aparecieron nuevos nombres reemplazando a otros (ya analizados) y dos nuevas denominaciones: Cruce de los Andes y María Aléx Urrutia Artieda. Ambas surgieron en dos barrios que por entonces se hallaban en pleno desarrollo: San Martín y Santa Elena, respectivamente.
El intendente Ernesto María Malére había promulgado el 11 de julio de 1953 la Ordenanza N° 18 (disposición sancionada por el Concejo Deliberante el día 8) mediante la cual se enumeró del 1 al 59 a las calles paralelas a la Avenida Intendente Juan José Mujica (que le correspondía el 1) y del 60 en adelante desde la primera arteria paralela a la Ruta Nacional N° 3. Dicha disposición no tuvo aceptación en la comunidad, pero se la continuó empleando a los fines catastrales.
Como se dijo, mediante el Decreto N° 441, redactado para el 147° aniversario de la fundación de Azul y rubricado por el intendente de facto coronel Carlos Manuel Ricardes, la Calle N° 58, entre Necochea y Moreno (actualmente denominada Av. Bidegain desde su intersección con la Av. Urioste hacia el Sur), recibió el nombre de Teniente de Marina Eduardo O’Connor. En los tramos restantes, la calle preservó su numeración hasta los años ’80 cuando, por iniciativa del concejal Miguel Ángel Duca, recibió hacia el Oeste, puntualmente en el Barrio Santa Elena, el nombre de María Aléx Urrutia Artieda. La disposición correspondiente fue aprobada mediante la Ordenanza N° 771 del 21 de julio de 1989, la cual fue rubricada por el presidente del Concejo Deliberante, Dr. César Luis Martínez y la secretaria del cuerpo, María Inés Etchevers de Aguilar.
Dentro de los considerandos de la Ordenanza se destaca: “Que la escritora María Aléx Urrutia Artieda estuvo por siempre dedicada a enseñar y escribir buscando en los orígenes de Azul a las personas que, con su esfuerzo, hicieron posible que en medio de la Pampa naciera nuestra ciudad; Que hablar de María Aléx en la Provincia de Buenos Aires es hablar de Azul; Que prestigiosos poetas y escritores la mencionen en sus libros y poesías; (…) Que tuvo participación en la Comisión de Cultura Municipal, Maná, Horizonte, Banco de Becas, Biblioteca Popular; (…) Que es justicia hacer perdurar en el tiempo los nombres de las personas que, como María Aléx, no sólo se destacaron sino que dedicaron su esfuerzo a elevar el nivel cultural de Azul.”.
María Alejandra Urrutia Artieda nació el 27 de febrero de 1903, en el paraje “La Protegida”, en el Partido de Azul. Sus padres fueron Martín Urrutia (nacido en Bilbao, España, en 1864) y Emilia Artieda (nacida en Buenos Aires en 1877, hija de Manuel y María Apestegui, español y francesa respectivamente). Tuvo diez hermanos: Martín Sixto (murió a los 20 años, cuando estudiaba Derecho), Sara Alida, Raquel Mercedes (Sole), Beatriz (Bea), Ermelina (Gelo), Carlota Elida (Tita), Arturo Héctor, Mario, Helva Stella (Chuqui) y Emilio.
“Janny” -como era cariñosamente apodada María Alejandra en su círculo íntimo-, vivió su infancia en la zona rural, en torno al almacén familiar “La Protegida”, donde supo asimilar con amor y fervor las historias de malones y milicos, de gauchos y naturaleza que años después marcarían su obra literaria.
Con el gran esfuerzo que implicaba viajar desde la zona rural hasta la ciudad -hospedándose muchas veces lejos de su familia-, cursó los estudios primarios en la Escuela N° 2, ubicada en la calle Burgos entre Alsina (actual H. Yrigoyen) y Belgrano -donde actualmente se halla la Plazoleta Coronel Pedro Burgos -, establecimiento conocido por entonces como “Escuela ‘de Islas’”, pues allí se desempeñaban cuatro maestras de este apellido.
Realizó los estudios secundarios en el Colegio Nacional, en el que fuera el edificio primigenio de la institución -propiedad de la familia Zapata-, en la calle Burgos entre Córdoba y Tucumán (entre las actuales Int. Dr. Malére y Dr. Bogliano, respectivamente). Por entonces el establecimiento estaba bajo la conducción del profesor Víctor M. Herrera y resultó uno de los maestros dilectos de María Alejandra el profesor Reynaldo Marín.
En algún cuadernillo o en alguna hoja suelta, en algún incierto momento, en tinta presurosa o absolutamente calma, nació un primer poema, un verso arrancado a la mismísima inspiración. Un día, Janny se convirtió definitivamente en María Aléx.
Una vez concluido el secundario, María Aléx viajó a La Plata -donde vivía parte de su familia materna, quienes la hospedaron cálidamente-, para iniciar sus estudios en el Profesorado de Letras de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Allí fue una alumna brillante, educada por destacados docentes como Carmelo Bonet, Arturo Marasso, Rafael Alberto Arrieta, Arturo Capdevila, entre otros destacados catedráticos.
En aquellos años de incesante aprendizaje y de afanes juveniles, María Aléx comenzó a cosechar elogios a través de sus primeras colaboraciones en el diario “La Razón” y las revistas “Mundo Argentino” y “El Hogar” de alcance nacional.
En la década del ’30, cuando culminó su carrera, retornó a nuestra ciudad para abocarse apasionadamente a la docencia en el Colegio Nacional “Esteban Echeverría” y en la Escuela Normal “Bernardino Rivadavia”.
En los primeros años de vida del diario “El Tiempo” -nacido el 9 de julio de 1933-, María Aléx comenzó a colaborar con frecuencia dejando preciosos fragmentos de su talento entre sus páginas, involucrándose asimismo con las diversas actividades culturales de la ciudad. Entre 1938 y 1939 dirigió el suplemento literario del Diario, trabando amistad con su director, el doctor Carlos A. Ronchetti.
Para entonces, ya compartía una intensa amistad con otro paladín de la cultura local, el doctor Bartolomé José Ronco, quien en su dilatada trayectoria gestó diversos proyectos culturales para los cuales contó con la participación de la afamada poetisa. De hecho, María Aléx formó parte del cuerpo de docentes de la Universidad Popular “José Hernández” -emplazada en el edificio que actualmente ocupa la Facultad de Derecho en la calle Bolívar entre Burgos y De Paula-, fundada por el filántropo coleccionista cervantista y hernandiano, en la cual dictó gratuitamente y durante cuarenta y cinco años clases de Castellano, Ortografía, Redacción y Selección de Textos.
María Aléx fue una mujer de fuerte carácter, pero por demás cordial, que dejó para esta tierra decenas de palabras emanadas del corazón ardiente de quien su nombre fue poesía en sí mismo.
Integró el grupo fundador de la Agrupación Artística Maná y fue, durante muchos años, miembro de la Comisión Directiva de la Biblioteca Popular de Azul (hoy “Bartolomé J. Ronco”).
Con su mirada tierna y una pluma vehemente, María Aléx canalizó en letras como nadie el amor, el amor por Azul, por su gente, por su historia y sus desventuras. Su primer libro de poesías “Música Interior” (1938), fue solicitado por la Biblioteca Pública de Nueva York por su calidad literaria para ser incorporado a su patrimonio bibliográfico. Figura además con mención de honor para la creación poética femenina en la Exposición permanente bibliográfica de Cuba. Y se lo incluyó también en una antología poética de Alemania.
Dos años después publicó “Brujerías” (Poemario de la Andanza).
En 1946 editó “Poemas” y un ensayo sobre Antonio Machado, el cual fue impreso para la serie “Cuadernos de Azul” de la Biblioteca Popular.
El 30 de abril de 1947, su estimado amigo Bartolomé José Ronco, publicó en el diario “El Tiempo” un artículo titulado “Un gran acontecimiento”, en el cual anoticiaba a la comunidad de que el eminente escritor inglés sir Eugen Millington Drake, que había estado dos años antes en Azul, había concluido su programa de Poesías de las Provincias Argentinas y que habiendo conocido los dos poemas de María Aléx titulados “Dar” y “Pequeña cosa”, los había recitado en varias oportunidades en Londres y París (en el Departamento Hispánico de la Sorbona).
En mayo de 1948, en el Cine Teatro San Martín, se le rindió un cálido homenaje al doctor Ronco, quien también demostró con su trayectoria el profundo amor que sentía por Azul. En la oportunidad, María Aléx pronunció palabras de su autoría, las cuales quiso el destino que se mantuvieran preservadas en un pergamino que no tuvo ninguna difusión más que en aquella ocasión:

Mensaje cordial para el Dr. Bartolomé J. Ronco: Y dijo el corazón: “Él es mi amigo. / Yo lo siento y lo quiero. Está conmigo/ como el astro y la rosa. Yo lo quiero/ porque sabe del lírico sendero/ del Ensueño y el Bien y la Belleza, / donde todo es verdad, todo pureza, / en el íntegro afán y en el desvelo/ de cambiar esta tierra en claro cielo…/ Yo lo siento en mi vida, en mi latido, / en mi hondo anhelar estremecido, / y lo sé entre los sueños de mi andanza/ con la luz de la fe y la esperanza…/ Yo lo siento y lo quiero. Está conmigo/ como el astro y la flor, y lo bendigo por la gracia celeste y la ventura/ que dejara en mi senda su dulzura". / Y calló el corazón. Pero al instante, / sobre el pecho dolido y palpitante, / en dulcísima ofrenda silenciosa/ asomó, toda trémula, una rosa…/ Una rosa pequeña y encendida: / mi profunda ternura agradecida.
Mediante el Decreto-Ordenanza del 12 de noviembre de 1956, firmado por el comisionado Guillermo Rodolfo Sarmiento, se le impusieron nombres a quince nuevas calles de la ciudad. La disposición fue promulgada el 27 de diciembre del mismo año a través del Decreto N° 23.777/56 de la Intervención Nacional y recién se hicieron efectivas las imposiciones el 3 de enero de 1957.
Las denominaciones fueron propuestas por la “Comisión Municipal de Investigaciones Históricas del Partido de Azul”, a cuyo frente se hallaba el historiador azuleño Vicente Porro, acompañado fervientemente por María Aléx.
Sin lugar a dudas, ella fue quien propuso buena parte de los nombres que finalmente se impusieron, dada su acentuada pasión por la historia lugareña. Las nuevas denominaciones elegidas fueron: De las Postas, De los Fortines, De las Carretas, Misia Magdalena Barranco, Comisario Luis Aldaz, Fuerte Federación, Francisco Mesura, Darhanpé, Martín Abeberry, Miguel Ituarte, De los Agrarios, San Serapio Mártir, San Carlos, De las Cautivas y General Manuel Escalada. Para postular cada uno de estos nombres, se escribió un fundamento –presentado en el decreto- en el que se evidencia la pluma de la poetisa, quien tampoco dudó en plasmar en sus libros poemas dedicados a dichas arterias, bajo los títulos “Calle Sargenta Barranco”, “Calle de las Carretas” y “Calle de las Cautivas” entre otros.…
Fue una integrante fundamental de la Comisión Municipal de Cultura integrada por destacadas instituciones azuleñas como la Agrupación Artística Maná, Centro de Instrucción Cívica “Mariano Moreno”, Biblioteca Popular “Bartolomé J. Ronco”, Centro Cultural Horizontes, Universidad Popular “José Hernández”, Centro Cultural Cervantes, Centro del Magisterio “Domingo F. Sarmiento”, Centro Universitario Azuleño y Foto Club Azul.
En 1958 nació su tercer libro, “Cantos”, compuesto de treinta y tres poemas donde reaparecieron en tonos cada vez más depurados sus sueños, dejando improntas serenas y traslúcidas, de alto vuelo lírico, derivadas de las sugestiones de su solar nativo. Esta obra fue ilustrada por su estimado amigo Santo Glorioso.
El Centro Numismático “Bartolomé Mitre”, prestigioso órgano cultural de Azul le dedicó en 1963 su “Primer Cuaderno Azuleño”, donde ella volvió a retomar la exaltación lírica de su terruño publicando ocho poemas bajo el título “Cantos de la Patria Chica”, todos de particular belleza.
Su antología poética, llamada “Ayer iluminado”, se conoció en 1968; también apareció de su autoría una semblanza de Francisco López Merino.
El último libro de María Aléx fue “Mujeres de aquella Pampa”, dedicado a las primeras valientes y abnegadas pobladoras de esta zona, madres o esposas que resignaron la calma para acompañar a sus hombres en las luchas de las fronteras.
De sus diversas colaboraciones en diario local sobresalen sus “Apuntes Histórico-Líricos de Azul”, publicados en 1968, en los cuales abordó poéticamente una vez más temas fundacionales de nuestros pagos.
Tras haberse jubilado como docente, lamentablemente su cuerpo le falló, quedando postrada en una silla de ruedas. Pero su voluntad fue inquebrantable y su mente lúcida siguió destellando magnificencias.
En 1971 recibió el Premio Almafuerte, otorgado por la Sociedad de Escritores de la Provincia de Buenos Aires, siendo la primera mujer en recibir dicho reconocimiento.
El mismo año, la Subsecretaría de Cultura de la Provincia le dedicó el número 15 de sus Cuadernos del Instituto de Literatura, titulado “Urrutia Artieda y Azul”.
Por Decreto del Poder Ejecutivo de Buenos Aires, el 13 de septiembre de 1974 se la consagró “Hija Benemérita de la Provincia”. El primer artículo de la trascendente disposición rezaba: “…en mérito a su categoría intelectual, tareas de bien público y de unión entre los pueblos de la provincia…”.
El acontecimiento motivó el viaje a nuestra ciudad del entonces ministro de Educación, Dr. Tomás Diego Bernard, quien en la sede del Colegio de Escribanos –colmada de público-, el sábado 16 de noviembre, le hizo entrega de una medalla de oro y un diploma. En el tramo final de su discurso el Ministro expresó: “… Esta noche yo quería decirles, en nombre del gobierno de Buenos Aires, que si María Aléx recibe la más alta distinción, distinción singular que creo no se ha otorgado a ningún otro poeta hasta hoy, de ser declarada hija benemérita de la provincia, lo es por sus méritos propios; lo es por la alta dignidad del magisterio que ha ejercido en la docencia, en el periodismo, en el libro. Pero más que todo en la escuela de la vida. Esa figura rutilante que pasó por todos los ambientes con modestia pero que dejó indeleble en todas partes el sello de una auténtica personalidad. Una mujer que sembró el bien y recoge ahora el bien que le debemos.
Por eso, María Aléx, yo también prescindo de todo protocolo. Quizá esté al margen de lo que debía ser la misión ministerial. Pero aquí en Azul, donde todos te conocen y te honran, sería vana presunción mía querer exaltar un acto del Poder Ejecutivo más allá de la letra que ha grabado tu fuego en tu corazón. Esto es tuyo porque lo has ganado, pero por sobre todo, es tuyo nuestro cariño y nuestro reconocimiento, porque mujeres como esta mujer son las que necesitamos para el futuro de la Patria.”.
En 1975 la Biblioteca Popular de Azul la designó Socia Honoraria, y la Escuela Provincial N° 2 la hizo, simbólicamente, depositaria de su llave. Al año siguiente, la Intendencia Municipal declaró a su obra “La Patria Chica” como Poemario Oficial de Azul.
Al cumplirse en 1978 el cuadragésimo aniversario de la publicación de su primer libro, “Música Interior”, el diario “El Tiempo” y la comunidad azuleña le rindieron un sincero homenaje al descubrir una placa en el frente de su hogar. Ese mismo año apareció “Las Raíces”, cuya edición estuvo a cargo del Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru”, institución para la cual se destinó lo recaudado con su venta.
María Alejandra Urrutia Artieda falleció a las 13:15 del día 15 de octubre de 1982. Sus restos fueron inhumados en el Cementerio Único.
A los pies de un ciprés, prácticamente en la entrada de la necrópolis, descansa la inquieta mujer de fuerte carácter y delicadas caricias. Sin embargo, María Aléx no murió… Ella aún vive en sus letras, en sus sabias y melodiosas palabras, en las páginas de sus libros, en las alas de sus versos. Tal como proclama en su epitafio (escrito en 1971):

Caminante: Aquí dice María Aléx;
mas no creas que yazgo en esta fosa;
pues apenas llegada, presurosa,
me trepé por la savia silenciosa
hasta el gajo más alto del ciprés.
Y allí estoy, caminante, allá en la altura
como ayer en la tierra y en el anhelo:
rodeada de pájaros y cielo,
encendida de canto y de dulzura.


Para culminar…


La calle María Aléx Urrutia Artieda fue la última arteria incorporada a la cuadricula urbana de Azul durante la década del ’80. Con ella se cierra la octava etapa de nuestro trabajo, la cual fue breve, pero no menos importante.
En los años venideros se suscitarán diversos cambios en la ciudad, la cual volverá a extenderse con amplias e interesantes barriadas y nuevas calles. Así, en los ’90 habrá incorporaciones al ejido azuleño y se remediaran errores por demás curiosos, historias que iremos desentrañando al seguir transitando “Las calles del Azul”…


Agradecimientos y fuentes


Muchas gracias a Inés Castillo y María Vizcay por la información proporcionada.
Muchas gracias a Norma y Elma Iglesias por su incansable y enriquecedora guía por los senderos de la historia azuleña.
Muchas gracias a Emiliano Tuinstra por su constante respaldo.
Muchas gracias a Stella Tumminaro del Concejo Deliberante de Azul por su permanente ayuda incondicional.
Muchas gracias a Alicia Medel y Norma Binzuña del Archivo Municipal.
Muchas gracias a Chelita, Daniela y Alicia de la Biblioteca Pública “Monseñor César A. Cáneva”.
Hemeroteca de Azul “Juan Miguel Oyhanarte”.
Archivo del diario “El Tiempo” y anotaciones del periodista Juan Miguel Oyhanarte.
Reynaldo D’Onofio. “Cuadernos del Instituto de Literatura. Urrutia Artieda y Azul”. (Agosto de 1971). Depto. Impresiones del Ministerio de Educación de la Prov. de Buenos Aires.
Yuyú Guzmán. “Estancias de Azul”. (1995). Biblos. Azul.
Alberto Sarramone. “Historia del antiguo pago del Azul”. (1997). Biblos. Azul.



RECUADROS:


“La Protegida”


Martín Urrutia y Emilia Artieda se conocieron en la ciudad de La Plata, en la última década del siglo XIX.
Hacia 1896, la familia Urrutia decidió probar suerte en el interior de la provincia de Buenos Aires y así fue como se instaló en la ciudad de Olavarría. En cambio la joven pareja decidió instalarse en Hinojo -Partido de Olavarría-, donde abrieron un almacén.
Allí, trabajando arduamente, los jóvenes consolidaron una pequeña fortuna que les permitió comenzar a armar planes de progreso. Y también comenzaron a acrecentar la familia, pues el 1 de septiembre de 1899 nació el primogénito, Martín Sixto. Sus padrinos fueron su tío Agustín Urrutia (español, domiciliado en Olavarría, de 24 años de edad) y su abuela María Apestegui de Artieda (nacida en Francia, domiciliada en La Plata, de 52 años de edad).
Poco tiempo más estuvieron por aquellos lares. El destino les tenía reservado un lugar en Azul, cerca de las estancias “La Narcisa” y “La Ysidora”, donde compraron una pequeña fracción de campo y levantaron una casa grande que se llenó de hijos y en la que instalaron un almacén de ramos generales.
El almacén era un lugar pintoresco, destacado y concurrido. Los caballos retozaban a la sombra del montecillo que al verse desde lejos anunciaba la importante presencia de “La Protegida”.
Apenas cruzaban el umbral, los clientes eran recibidos por un aroma penetrante, mezcla del de las especias, del café en grano, el cuero de los aperos, los quesos apilados en el mostrador y los chacinados, con el olor añejo proveniente del despacho de bebidas contiguo donde predominaba el humo del tabaco negro que consumían los parroquianos en cigarrillos armados a mano.
En el salón principal, con piso de ladrillos, se hallaba el almacén propiamente dicho. Entre otros rubros, tenía zapatería, tienda y mercería. Sobre la pared del fondo, en una estantería, se podía encontrar desde la mecha para un farol hasta los cordones para zapatos, pasando por el hilo para coser ropa o bien el de atar chorizos, cuchillos, bombillas, mates y una cantidad interminable de artículos de uso diario. En la parte inferior de aquella monumental estantería, en cajones con tapas deslizantes, se hallaba el azúcar en terrones y fideos varios, que se expendían en paquetes armados con papel de estraza; la yerba, en cambio, se vendía en bolsas de arpillera.
En un extremo del mostrador reinaba una balanza de platos; en el otro, varios quesos protegidos por una especie de campana de vidrio y la fiambrera.
Tenían un acopio de frutos del país y también vendían productos importados de España, como vinos y conservas enviadas por un amigo de la familia.
Un rincón del salón lo ocupaban los aperos y herramientas: pecheras, cinchas, pretales, serruchos, martillos, morsas, leznas y todo lo necesario para las tareas rurales. Sobre un mostrador mucho más decoroso se apilaban bombachas, camperas, camisas, cinturones, boinas, fajas y alpargatas de yute.
Había también espacio para las barricas de vino y las que contenían las tripas conservadas en sal que se utilizaban en las carneadas. El despacho de bebidas era fundamental para muchos viajeros o lugareños; bebidas servidas en vasos de vidrio grueso y sobre un mostrador con cubierta de estaño. Básicamente funcionaba como un club rural, un lugar donde se iba por necesidad y por gusto, un local donde los hombres se demoraban comentando las novedades, tomando una copa…
Algunos días fijos de la semana hacía parada la galera “San Julián”, que iba y venía entre la ciudad de Azul y la estancia “El Sol Argentino” situada en el Partido de Benito Juárez, perteneciente a Mariano Roldán (fundador, justamente, del pueblo de Benito Juárez y propietario primigenio de la que hoy conocemos como “Casa Ronco” en Azul).
Asimismo, Urrutia había conseguido que su almacén brindara los servicios de estafeta de correos y allí se dejaba o se recibía la correspondencia de la vecindad, que se despachaba por Hinojo.
En la trastienda funcionaba el “escritorio”, donde se controlaban las libretas que saldaban los chacareros no más de una o dos veces al año, cuando levantaban sus cosechas.
A un costado del edificio principal, en un gran galpón de chapa, se acumulaban materiales de construcción, maderas, postes y varillas para alambrados, rollos de alambre liso y de púas, torniquetes y una variedad sin fin de insumos para la actividad rural, hasta molinos “Hércules”.
A pesar de todo el esfuerzo que demandaba la atención del almacén, Martín le dedicaba varias horas a la lectura y hacía circular sus libros y diarios entre la clientela aficionada a su misma costumbre. Así llegaban quienes buscaban o devolvían “La Prensa”, o quienes pedían prestada la revista “Caras y Caretas” o entregaban un cuadernillo de las “Novelas Españolas” para tener derecho a llevar otro capítulo. Además, con diversas inquietudes que excedían lo meramente literario y pasaban al campo de la filantropía, Martín Urrutia se incorporó a la logia masónica “Obreros del Sud” N° 94, de la vecina ciudad de Olavarría.
Como si todo fuese poco, cada quince días se montaba un improvisado consultorio médico, en el que atendía el reconocido doctor Ángel Pintos, quien viajaba desde Azul recorriendo las más de diez leguas que separaban la ciudad de “La Protegida” para atender la clientela lugareña. También, con la misma frecuencia, pero los domingos, iba un peluquero que cortaba el cabello a los vecinos, principalmente la peonada y sus familias.
Indudablemente, “La Protegida” era un verdadero punto de encuentro y un eje fundamental de desarrollo en la zona. Sin embargo, cuando rondaba los 60 años de edad, tal vez agobiado por tanta labor, Martín Urrutia decidió vender el almacén. Así, alrededor del año ’20, buscando nuevos horizontes se trasladó definitivamente a la ciudad de Azul, instalándose en la casa de la calle Buenos Aires N° 474 (actual Intendente Prof. De Paula), entre Avenida Mitre y Entre Ríos (actual Dr. Alfredo Prat).


De ardores y de afanes


En el hall del Palacio Municipal, desde diciembre de 1971, una placa preserva las más bellas palabras dedicadas por la poetisa a su tierra natal bajo el título “Nombre total”.


Qué otro nombre mejor para tu empeño
y el amor que madura tu esperanza
que este nombre que es signo de alabanza
porque nombra, nombrándote, tu sueño?

Qué otro nombre mejor a tu pujanza
y el ardor y el afán de que eres dueño,
que este nombre cabal que, si pequeño,
todo un mundo inefable se le alcanza?

Qué otro nombre mejor a tu desvelo
y a tu fiebre de luz y anhelo de vuelo
que este nombre total de fe y altura?

Qué otro nombre mejor para nombrarte
que este Azul que te nombra y te imparte
un seguro destino de ventura?


Una estrella y dos alas


domingo, 11 de julio de 2010

un soldado olvidado


nicho que guarda sus restos

en compañia del cacique Catriel y otros

Entre los años 1855 y 1880, un soldado que hoy yace en una tumba olvidada del cementerio único de Azul, y casi destruida, presto grandes servicios al pueblo que lo tuvo como ciudadano y a la Nación Argentina ese soldado era el Capitán Rufino Solano. Así como fue amigo y no solo converso con ellos sino que les pidió muchas veces por los indios que a veces caían cautivos, fue amigo y confidente de los grandes caciques Pampas, que se señoreaban por la tierras del Fuerte Federación o de San Serapio Mártir, esos caciques fueron Cafulcurá, Namuncurá, Catriel, Pinsén y otros mas.

Miles de cautivos/as, le deben su libertad, se distinguió siempre por su honestidad y la fuerza de sus principios como así también su valor su sangre fría para enfrentar tanto a los Pampas como a las autoridades nacionales que a veces no comprendían su accionar en defensa de sus ideales y de la Patria, mediante su accionar muchos encuentros guerreros fueron evitados ahorrando sangre de hermanos argentinos, con toda justicia, se lo debe considerar como el máximo y último diplomático antes de desencadenarse la "conquista del Desierto" llevada a cabo por el General Julio Argentino Roca.
Según consta en archivos y trasmisiones verbales de viejos habitantes de Azul, acompaño a varias delegaciones de Pampas, a “parlamentar” con el gobierno nacional
Durante su accionar cientos de kilómetros del suelo Patrio fueron caminados por el Capital Solano, muchas veces solo y otras acompañado por solo un puñado de soldados, pasando varios días “hospedado” en las tolderías.
Varios fuertes de la Provincia de Buenos Aires contaron con no solo su presencia sino también con sus servicios entre otros Estomba, Blanca Grande y del Arroyo Azul.
En 1873 la Provincia de Santa Fe, le da una medalla de oro en agradecimiento a la liberación de numerosos cautivos/as
En 1913, el Capitán Rufino Solano, deja la gloria efímera de los hombres para entrar en la eternidad. Hoy su tumba esta cubierta por un manto de olvido


MUERTE DE RUFINO SOLANO

AZUL, 20 DE JULIO DE 1913

Es mil novecientos trece,
Azul, pueblo destinado.
Veinte de julio es el día
tiempo y lugar señalando
aquel día en ese pueblo
donde morirá Solano.
Recuerdos de libertad
entre lejanías de espanto,
de coraje y aventuras
en noches hechas pedazos
se escapan de su memoria
en remolinos de clavos.
Analfabeto de ley
nació nunca supo cuando
¡Qué destino singular!
¡Ah,qué destino envidiado,
regalarle libertad
a los que viven esclavos!
¿Qué toldos no conoció?
¿Con qué caciques no ha hablado
en su propia lengua antigua,
en todos aquellos años?
En Chiloé,Calfucurá
le entregó muchos cristianos.
Mujeres que conoció
mujeres que lo han amado
la mujer que ya no esta
junto a Rufino Solano.
Hoy, cautivo de la muerte,
nadie puede rescatarlo.
Hoy, con el rumbo perdido,
lo espera un desierto amado.
Sin honores y sin premios,
sin amigos, sin tabaco,
sin un mate en la garganta,
sin guitarra para el llanto,
sin saber adonde va
sin tener ya ni el caballo,
un poncho de ingratitudes
envuelve su cuerpo helado.
Lento silencio florece
en los ojos entornados.
La indiferencia de todos
el alma le esta arañando.
Azul sentencia al olvido,
por eso será olvidado
ese amanecer de julio
que se posa sobre un rancho
del Azul donde agoniza
solo, Rufino Solano
Solo, viejo, enfermo,pobre,
al olvido condenado,
entre manojos de ausencias,
murió Rufino Solano

autor :Florangel Camponovo
Escritora Azuleña
,




OH Capitán, mi capitán!!
OH Capitán, mi Capitán:
nuestro azaroso viaje ha terminado.
Al fin venció la nave y el premio fue ganado.
Ya el puerto se halla próximo,
ya se oye la campana
y ver se puede el pueblo que entre vítores,
con la mirada sigue la nao soberana.
Mas ¿no ves, corazón, oh corazón,
cómo los hilos rojos van rodando
sobre el puente en el cual mi Capitán
permanece extendido, helado y muerto?
Oh Capitán, mi Capitán:
levántate aguerrido y escucha cual te llaman
tropeles de campanas.
Por ti se izan banderas y los clarines claman.
Son para ti los ramos, las coronas, las cintas.
Por ti la multitud se arremolina,
por ti llora, por ti su alma llamea
y la mirada ansiosa, con verte, se recrea.
Oh Capitán, ¡mi Padre amado!
Voy mi brazo a poner sobre tu cuello.
Es sólo una ilusión que en este puente
te encuentres extendido, helado y muerto.
Mi padre no responde.
Sus labios no se mueven.
Está pálido, pálido. Casi sin pulso, inerte.
No puede ya animarle mi ansioso brazo fuerte.
Anclada está la nave: su ruta ha concluido.
Feliz entra en el puerto de vuelta de su viaje.
La nave ya ha vencido la furia del oleaje.
Oh playas, alegraos; sonad, claras campanas
en tanto que camino con paso triste, incierto,
por el puente do está mi Capitán
para siempre extendido, helado y muerto.
Walt Whitman

En 1865 fue reconocido por su poema dirigido a Abraham Lincoln justo después de su muerte. El poema se titula "Oh Captain my captain".

Portada diseñada por el Ingeniero Francisco Salamone

martes, 6 de julio de 2010

Cementerio con Historia


CEMENTERIO DE AZUL
Homenaje a la majestuosidad de la muerte
y a la síntesis histórica


La ciudad de Azul rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos, Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección.
Entrando ya al interior del cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa Maria Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años, se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.



A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas
y por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que
"la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con
un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.
José Vicente Cuenca Phd

Departamento de Antropología
Universidad Nacional de Colombia
Santa Fé de Bogota