Este Blog es en homenaje a los que descansan en el Cementerio de Azul (Prov. de Buenos Aires, Argentina), que nos precedieron en el duro camino de la vida y que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a hacer grande a esta ciudad. Nació de la mano de Vicente Lencioni y hoy nos toca continuar su legado, siguiendo el principio que él se planteara al construir este sitio.
CEMENTERIO DE AZUL Homenaje a la majestuosidad de la muerte y a la síntesis histórica. La ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina, rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos. Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección. Entrando ya al interior del Cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la Argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa María Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.



A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que "la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.

(José Vicente Cuenca Phd Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia Santa Fé de Bogotá, 1994)


viernes, 29 de abril de 2011

Juan Carlos Peralta Reyes




Juan Carlos Peralta Reyes, el amigo del pueblo


Por Eduardo Agüero Mielhuerry

Juan Carlos Peralta Reyes nació el 7 de noviembre de 1908. Tras cursar el bachillerato en el Colegio Nacional “Esteban Echeverría”, eligió la carrera de Derecho. Se graduó en la Universidad Nacional de la Plata en 1935 y desde entonces se volcó a la profesión con una férrea convicción: ayudar al prójimo. Como abogado, la atención de su consultorio jurídico (ubicado en la calle Moreno 521), fue alternada con actividades públicas afines a la especialidad: Juez en lo Civil y Comercial (desde fines de 1947), miembro de la Cámara de Apelación, Asesor letrado de las municipalidades de Las Flores y Olavarría, y directivo del Colegio de Abogados Departamental.

  Nacional y de Fierro

 

La Agrupación Artística Maná, el periodismo, el Centro Tradicionalista Fortín del Azul y el Museo Etnográfico y Archivo Histórico “Enrique Squirru” (del cual fuera Director), fueron las vías por las cuales dio escape a sus afanes culturales influido por una pasión irrefrenable hacia todo lo autóctono, con José Hernández y su “Martín Fierro” como máximos distintivos. Precisamente, esta pasión llevó a mantener una estrecha vinculación con un “azuleño por adopción” que  descolló atesorando una de las colecciones más importantes de la República. Juan Carlos supo mantener con Bartolomé J. Ronco.

En el diario “El Tiempo”, Peralta Reyes publicó diversos artículos inspirados en temas históricos y sociológicos. Un rasgo característico de él era, precisamente, la invocación (y memorización fiel) de reflexiones del “Martín Fierro” en cuanta circunstancia hallara propicia: desde la tribuna, en el despacho oficial de la Intendencia o en rueda de amigos.

Otra de las instituciones que lo encontró en sus filas fue el Club Social Azul, cuya presidencia desempeño por dos períodos (1943-1944).

 

De  Radical a Peronista

 

Su inclinación por la política lo llevó a acercarse al grupo de jóvenes radicales que allá por 1934 fundara en nuestra ciudad el “Centro Acción”, canalizando por esa agrupación y su periódico “Ardeo” las ideas cívicas que en el orden nacional impulsaran, entre otros, Arturo Jauretche y Raúl Scalabrini Ortiz a través de FORJA (Fuerza de Orientación Radical para la Juventud Argentina). Derrocado el conservadorismo (1943) y nacido el movimiento liderado por el entonces Coronel Juan Domingo Perón, el Dr. Peralta Reyes se sintió plenamente identificado con esa corriente política popular.

Se desempeñó como Comisionado Municipal de Azul desde el 8 de septiembre de 1946 hasta el 31 de octubre de 1947, es decir, dentro del lapso de dos años que medió entre la elección presidencial del ’46 y la de Jefes Comunales. El discurso que el Dr. Peralta Reyes pronunció al asumir como Comisionado fue una estupenda pieza de oratoria y una contribución muy importante a la sólida unión del Peronismo.

 En aquél breve lapso se asentó, en las cercanías de Azul, el Destacamento Naval Azopardo, que ha de ser el anticipo del actual Arsenal Naval. Poco después, se iniciaron los primeros vuelos a Azul de Líneas Aéreas del Estado (LADE), inaugurándose casi en simultaneo el Aero Club Azul.

Asimismo, el Dr. Peralta Reyes, se encaminó a desarrollar la mejora de múltiples espacios públicos como el Parque Municipal y el recientemente creado Balneario Municipal. Su labor al frente de la Comuna llegó a su fin tras la posibilidad de ingresar a la Magistratura, en la que actuó hasta el derrocamiento del Peronismo llevado a cabo en el ‘55, por la autoproclamada “Revolución Libertadora”.

 

 El Intendente electo

  

Los vaivenes y avatares políticos, sociales y culturales que sufrió nuestro país son tristemente célebres. Empero una luz de esperanza comenzó a vislumbrarse a finales de 1972.

Finalmente, el 11 de marzo de 1973 se realizó un nuevo llamado a elecciones en toda la Argentina. El peronismo azuleño logró imponer a su candidato, el abogado Juan Carlos Peralta Reyes, quien consiguió 14.099 votos contra 8.321 del radical Juan Carlos Di Bernardi. Por su parte, en la provincia triunfó el peronista azuleño Dr. Oscar Raúl Bidegain, y en la Nación Héctor Cámpora.

La asunción de las nuevas autoridades se produjo el 25 de mayo de 1973, en un marco de grandes celebraciones. Aquí en Azul, Francisco Toscano mostró su profunda alegría y satisfacción al entregarle el poder a un Intendente elegido por el pueblo, máxime sabiendo que el país en su conjunto retornaba a la senda de la democracia.

Entre los principales colaboradores que Peralta Reyes eligió para su gabinete se destacaron el joven abogado César Alberto Cárdenas quien ocupó la Secretaría de Gobierno y Hacienda, el Dr. José Manuel Inza como titular de la Secretaría de Bienestar Social y el Dr. Ernesto María Malére como Asesor Letrado.

El 20 de junio de 1973 multitudes de azuleños partieron a Buenos Aires para recibir al General Juan Domingo Perón, quien volvía para quedarse tras diecisiete años de exilio.

Impensadamente, la tragedia sacudió a nuestra ciudad. El 19 de enero de 1974 se produjo el audaz asalto de la guerrilla subversiva, más precisamente el E.R.P., contra la Guarnición Militar de Azul, mostrando con crudo dramatismo la violencia desatada. En la defensa del cuartel perdieron la vida el Jefe de los “Húsares de Pueyrredón”, Coronel Camilo Gay y el soldado Daniel González, cayendo gravemente heridos el jefe de la guardia, Teniente 1° Carlos Carullo y algunos de sus hombres, siendo secuestrado (y sacrificado meses después) el Jefe del Grupo de Artillería Blindado Uno, Teniente Coronel Jorge R. Ibarzábal, y asesinada fríamente delante de sus hijos menores, en las últimas instancias del sangriento episodio, la esposa del Jefe, señora Hilda Casaux de Gay.

Los atacantes fueron perseguidos y derrotados. Sin embargo, las consecuencias de este intento de asalto a la Guarnición Azul, llegarían un poco más lejos todavía.

Perón, que había asumido la Presidencia apenas tres meses antes, tomó el episodio como un desafío a su gobierno, como un ataque a las Fuerzas Armadas y como una afrenta personal. Cargó las culpas sobre el entonces gobernador de Buenos Aires, Oscar Bidegain -vinculado a Montoneros- y lo obligó a renunciar. La Provincia, intervenida, pasó a manos de Victorio Calabró, de la UOM.

Luego, en dos mensajes, uno al pueblo y otro a los militares de Azul, Perón habló de “aniquilar” y “exterminar uno a uno” a los guerrilleros a quienes calificó de psicópatas. Por primera vez un Presidente constitucional usaba esos términos para definir el combate contra el flagelo guerrillero.

  

A pesar del viento en contra

 

 Más allá de la compleja situación que atravesaba nuestro país, el Dr. Peralta Reyes logró en Azul realizar algunas obras menores que redundaron en beneficios para la comunidad. El Presidente del Concejo Deliberante, el señor Miguel Ángel Diab, presentó como iniciativa la imposición del nombre “Juan Manuel de Rosas” a la plaza “La Tosquera”. El proyecto fue aprobado, sin embargo, la gente continuó denominando a la misma tal y como lo dictaba la costumbre. 

A través de un decreto, se le dio un fuerte empuje al Parque Industrial que había sido proyectado durante la gestión del Intendente designado Francisco Toscano. Además, se organizó la Banda Juvenil de Música Municipal, de donde surgieron importantes músicos de la ciudad y se realizaron las primeras “Justas Sanmartinianas”.

Se creó el Centro de Ayuda al Enfermo Cardíaco y con Marcapasos y, también la Asociación Azuleña de Voleibol.

El 16 de diciembre de 1973 se inauguró una de las obras más importantes de la década: la Planta Depuradora de Líquidos Cloacales. Y poco después se inició el servicio de alumbrado público a gas de mercurio.

Por otra parte, se produjo la incorporación de 16 de Julio al sistema eléctrico de Azul, lo cual provocó importantes avances para el confort de los vecinos de la pequeña localidad que muchas veces se había visto extremadamente postergada.

 

 El comienzo de la más larga y oscura noche argentina

  

El gobierno de Peralta Reyes debía concluir en 1977. La Vicepresidente, Estela Martínez de Perón, había reemplazado a Juan D. Perón tras su fallecimiento. Sin embargo, la situación se tornaba cada vez más insostenible.

La quiebra del orden institucional, ocurrida el 24 de marzo de 1976 con la caída del gobierno de “Isabelita” y el comienzo del Proceso de Reconstrucción Nacional, se reflejó en Azul con la toma de la Municipalidad por parte del Teniente Coronel Héctor Jorge Michero.

En un acto rígido, de rostros adustos, sin más saludos que los necesarios, Michero, perteneciente a la Guarnición Azul del Ejército, asumió las funciones de Comisionado Municipal de nuestro distrito, que le fueron conferidas en virtud de la operación militar que desalojó al gobierno justicialista.

El acto se cumplió en el despacho oficial del intendente, asistiendo sólo dos uniformados: Michero y su secretario, el suboficial Juan Carlos Catena. Junto al Dr. Peralta Reyes se hallaban, entre otros funcionarios que venían secundándolo en su gestión, los señores Guillermo López Maffoni y Juan Carlos Núñez, como así también el jefe de Despacho, Emilio Maletta.

Tal fue el dolor del intendente Juan Carlos peralta Reyes al entregar el gobierno y ver destruida nuevamente a la democracia que, durante el acto de traspaso, sufrió una leve  descompensación. Pero nada hacía pensar el lacerante final…

 

 El final…

 

El 26 de abril de 1976 la ciudad de Azul recibió con dolor la noticia del fallecimiento del Doctor Peralta Reyes. El ex intendente, cuando regresaba de Mar del Plata con su esposa, María L. Orsi, sufrió una descompensación cardíaca que puso fin a su vida.

 


Amado Diab




Amado Diab: legítimo símbolo de pueblo

 

 

 

Por Eduardo Agüero Mielhuerry

 

 

Amado Diab nació el 22 de enero de 1920. Sus padres, procedentes de Beirut, capital del Líbano, se habían radicado poco antes en Azul. Amado tuvo diez hermanos: Juan, Azíz (Elías), José, Miguel, Jaled (“Geli”), Marcelo, Ada, Halim, Antonio y Emma (quien murió siendo muy pequeñita).

Cursó sus estudios primarios en la Escuela N° 2 y los secundarios en el Colegio Nacional “Esteban Echeverría”.

            Al no ser sencilla la realidad económica y teniendo la necesidad de generar otro ingreso monetario que ayude a sostener al grupo familiar, Amado optó por comenzar a trabajar en un estudio contable de la mano de su amigo Nicolás NéderVivot. En la Organización Técnica Vivot construyó una intachable trayectoria de 25 años, siendo Técnico en Réditos y gozando así de una gran confianza en una función de tanta responsabilidad. 

Desde pequeño, Amado se había forjado en la lucha misma de los hogares humildes, pero ricos en formación moral, sumido en el sentimiento más profundo de hermandad y fraternidad, reuniendo una a una todas las virtudes de un hombre de pueblo, de un amigo afable, cordial, generoso…

Albergando los sueños de un trabajador

 

Siendo un adolescente, pero con sólidos principios republicanos y una profunda fe democrática, Amado Diab comenzó a participar en la vida política de la comunidad abrazando con fervor los ideales de la Unión Cívica Radical.

Los años ’40 trajeron un sinfín de cambios estructurales, dando un vuelco drástico hacia una nueva concepción socioeconómica que devino en la elección del Coronel Juan Domingo Perón como presidente de la República Argentina. Las reformas suscitadas fueron sumamente profundas, despertando tantas pasiones como odios exacerbados. Y así, lamentablemente la historia argentina comenzó a oscilar en un juego peligroso, que hallará su más duras repercusiones en los años ’70.

Por aquél entonces, en 1955, la “Revolución Libertadora” intentó cambiar el rumbo del país derrocando al Presidente. Peor aún, trató de aniquilar todo lo referido al peronismo. Sin embargo, la historia terminó demostrando que el nuevo Partido político había llegado para quedarse.

Empero, el accionar de los golpistas no tendría efectos exclusivos sobre el Partido Peronista. Por el contrario, todo el arco político de la época se vio inmerso en una sucesión de cambios drásticos, quiebres y alianzas por doquier.  La Unión Cívica Radical, por su parte, se fragmentó en U.C.R. Intransigente y U.C.R. del Pueblo, intentando ofrecer una alternativa de gobierno que restableciera el orden constitucional. Sin embargo, la tarea no fue sencilla. Por un lado, el Peronismo se constituía en la fuerza con mayor caudal electoral, pero si para triunfar se pactaba con ellos (“los proscriptos”), los militares hacían su entrada en escena, actuando como árbitros. Por el contrario, si no se pactaba con el Peronismo, el poder resultaba endeble y los “árbitros” volvían a intervenir.

Así se planteaba el gran dilema argentino, problema que no halló solución en lo inmediato. 

En pleno clima de futuras elecciones la proscripción del peronismo molestaba a muchos de los partidarios de la ciudad, quienes intentaban reorganizar y afirmar el funcionamiento del aparato peronista. Sin embargo, las alternativas locales para elegir a un nuevo Intendente giraban en torno a dos destacados vecinos del radicalismo. Por un lado, Amado Diabse candidateó por la Unión Cívica Radical Intransigente, mientras que el Dr. Alfredo Prat se presentó como candidato por la Unión Cívica Radical del Pueblo.


Un Municipio de puertas abiertas


            Las urnas dieron su veredicto consagrando como presidente de la República al Dr. Arturo Frondizi, gobernador bonaerense al Dr. Oscar Eduardo Alendee intendente de Azul a Amado Diab. Por su parte, el Dr. Palmiro Bartolomé Bogliano -azuleño por adopción-, fue electo Diputado Nacional por la provincia de Buenos Aires. Los cuatro pertenecían a la Unión Cívica Radical Intransigente. 

            En los comicios que se desarrollaron el 23 de febrero de 1958 se produjo algo por entonces inusual para nuestra localidad, ya que se presentaron un total de trece candidatos para ejercer la conducción de la Municipalidad. Sin embargo, como en muchas oportunidades se produjo, la elección culminó polarizándose. Amado Diab obtuvo 12.258 sufragios, mientras que su inmediato competidor, el Dr. Prat se alzó con 9.310. El tercer puesto fue ocupado por el candidato del Partido Conservador de la Provincia que recibió 1.411 votos, seguido por el Partido Conservador que obtuvo tan sólo 775 sufragios. Los nueve candidatos restantes obtuvieron menos de 600 votos, cifra la cual se correspondió con los votos en blanco que se contabilizaron.

            Los resultados fueron contundentes en toda la Argentina. La UCRI obtuvo la mayoría en ambas Cámaras del Congreso de la Nación y el total de los gobiernos provinciales. Como consideraron muchos militares -y varios sectores de la UCR del Pueblo-, “Frondizi había manipulado la proscripción de los peronistas en contra de la Revolución Libertadora”. Los militares aguardaron al acecho…

            El comisionado de Azul, Pedro Luis Gregorio Ramírez Drake, que había sido designado por el gobierno de facto bonaerense, se expresó ampliamente satisfecho de retornarle la conducción de la ciudad a un Intendente elegido por el pueblo. El saliente Comisionado invitó a toda la comunidad a participar del acto de traspaso de mando, al que consideraba un suceso trascendente.

            Amado Diab asumió como Intendente Municipal del Azul el 1 de mayo de 1958.

            Azul comenzó a vivir una interesante etapa de progreso. Uno de los pasos más trascendentes que diera nuestra ciudad se concretó el 28 de noviembre de 1959. Ese día se inauguró la Súper Usina de corriente alterna de la Cooperativa Eléctrica de Azul Limitada, dejando atrás la corriente continua, gracias al drástico respaldo prestado por Diab a los impulsores de éste cambio que finalmente provocó mejoras no sólo en la calidad de vida de los vecinos, sino que también allanó el camino para la futura radicación de fábricas, las que serán el principal motor en las décadas venideras. En lo inmediato, el 9 de abril de 1960 entró en funcionamiento I.P.A., Industria Papelera Azuleña, empresa que se constituirá en todo un ícono local, principalmente por lo que será su lucha para subsistir después de cincuenta años de labor.

            Las gestiones de Diab lo llevaron a sumar colaboradores de diversos sectores de la comunidad, entre ellos, el Club Alumni Azuleño que realizó su Primera Exposición Industrial y Comercial, promovida por don Francisco Toscano.

            Asimismo, Diab impulsó con gran interés el desarrollo turístico de la ciudad, poniendo en valor muchos de los espacios públicos significativos del “pago chico”; el Parque Municipal, el Balneario y varias plazas fueron objeto de múltiples arreglos y reformas que redundaron en beneficios para los turistas y los mismos azuleños.  En esta misma dirección, se realizó la primera Conferencia de Promoción Turística y se comenzaron a construir las primeras galerías comerciales, inaugurándose en 1962 la Galería Alsina y poco después la Galería Piazza. 

Más allá de su función religiosa y espiritual, en 1959 se inauguró el Monasterio Cisterciense Nuestra Señora de los Ángeles, destinado a convertirse en un atractivo turístico de la zona serrana de Azul. Allí se conjugaron múltiples factores que pronto se constituyeron en un polo de atracción para diversas actividades que a través de los años tendrán diferentes estrategias para captar a los visitantes.

Creada a partir de la iniciativa del Dr. Juan Antonio Miranda y con el respaldo de la Municipalidad, inició sus actividades educativas la Escuela de Visitadoras Sanitarias de Azul.

            En el ámbito de la salud, Diab se interesó en incrementar sustancialmente el presupuesto del Hospital Municipal “Dr. Ángel Pintos”, buscando alcanzar una maximización en la utilización de los recursos. En este punto, vale marcar una anécdota sencilla que pinta con total claridad la concepción que Amado tenía de su función al frente del Municipio. A la hora de hacer ajustes económicos, Diab sacó de circulación el vehículo oficial que hasta entonces habían utilizado los Jefes Comunales, al que dejó sobre cuatro tacos, pues lo consideraba innecesario, sobre todo porque prefería que las cubiertas del coche y el combustible se utilicen en las ambulancias municipales. Además, como pocos, gustaba de largas caminatas que lo acercaban a los vecinos con los que se detenía a conversar y al mismo tiempo a escuchar sus inquietudes. Un ejemplo a cada paso…

Trabajando codo a codo

 

Durante la administración de Diab, el Dr. Palmiro Bartolomé Bogliano se constituyó en un punto de influencia sustancial en cuanto a la concreción de todo tipo de proyectos para nuestra localidad.

Una de las obras más trascendentes fue la realización de la red cloacal, a lo que siguió la pavimentación de 57 cuadras. Lo más importante es remarcar que, gracias al trabajo mancomunado entre el Intendente y el Diputado, ambas obras fueron subvencionadas por la provincia de Buenos Aires, lo que significó que no tuvieron ningún costo para los vecinos.

Asimismo, logrando afianzar la hermandad de las localidades, y concretando un viejo anhelo, el Dr. Bogliano respaldó fervientemente a la Comisión Pro Ruta Provincial N° 60 entre Azul y Rauch. Los antecedentes en este sentido eran altamente positivos, pues alcanzaba con ver el grado de integración logrado con la habilitación de las rutas pavimentadas a Saladillo, Olavarría y Tandil, teniendo a Azul como punto medio e impulsor.

Por otra parte, en la misma época se reactivó la creación de los nuevos juzgados en lo Civil y Penal, que estaban determinados por Ley, pero habían quedado en el olvido.

Cuatro leyes de especial significación para Azul, sancionadas por el Congreso y promulgadas por el Poder Ejecutivo, lamentablemente no fueron llevadas a la práctica. Esas leyes fueron: la 15.708 (1960), destinando 25 millones de pesos para construir un Hotel de Turismo en el Balneario Municipal; la 15.887 (1961) destinando 16 millones de pesos para construir e instalar la Casa del Niño en el terreno propiedad de la Sociedad Protectora de Niños; la 16.072 (1961) asignando 20 millones de pesos para ampliar el edificio de la Escuela Normal Mixta “Bernardino Rivadavia”; y la 16.101 (1961) autorizando la inversión de hasta 500.000 pesos para erigir un monumento a Domingo F. Sarmiento en el Parque Municipal.

 

 La cultura y la educación como pilares de la sociedad

 

Continuando por el prodigioso camino trazado por su pluma poética, María Aléx Urrutia Artieda presentó en 1958 su libro “Cantos”, constituyéndose en otra pieza dilecta de la literatura local.

Afirmando el acervo cultural azuleño, el 11 de julio de 1959 se inauguró la sede de la Biblioteca Pública “Monseñor Cáneva”, institución desde la cual se gestarán numerosas investigaciones –históricas principalmente- que contribuirán al conocimiento local y bonaerense.

En el ámbito educacional, se habilitaron dos importantes centros de enseñanza, merced al accionar legislativo del Dr. Palmiro B. Bogliano y un vasto sector de comunidad encabezado por el Intendente. Por un lado, la Escuela Nacional de Bellas Artes (denominada años más tarde como “Luciano Fortabat”), segunda en su modalidad en el país, fue creada por Decreto Nº 5964/59 del 14 de Mayo de 1959, dando inicio a sus actividades educacionales el 22 de junio de ese mismo año.

Por otra parte, en febrero de 1960, a través de la Ley 14.962 se crearon los Cursos del Profesorado Anexos a la Escuela Normal Mixta “Bernardino Rivadavia”, y el 5 de mayo se iniciaron las clases de los Profesorado en Matemática y Cosmografía, Física, Geografía, Historia, Castellano y Literatura, y Filosofía y Pedagogía. En la década del ’90, los otrora cursos anexos se convirtieron en el Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N° 156 “Dr. Palmiro B. Bogliano”, bajo la órbita provincial.

En octubre de 1960, Justa Gallardo de Salazar Pringles, aquella misma mujer que en su juventud, a comienzos del siglo, arengó al pueblo defendiendo el nombre de Azul cuando algunos pretendían cambiarlo por el de General Ignacio Rivas, fue designada Académica de Número de la Academia Nacional de la Historia ante la que desarrolló su tesis: “Presencia de la mujer en el proceso histórico social argentino”.

 

 Obras para el pueblo…

 

Entre las tantas innovaciones que impulsó Diab con su particular estilo de conducción, les brindó un especial reconocimiento a las Comisiones Vecinales -sin distinciones partidarias-, con las cuales trabajó arduamente para solucionar diversas problemáticas barriales. Asimismo, propició la construcción de múltiples viviendas en Villa Fidelidad; por su parte, iniciando una nueva etapa local, se inauguró el Edificio Gianotti (1961), siendo la primera propiedad horizontal de Azul.

            Dentro de los tantos cambios que vivió nuestra ciudad, una de las obras más destacadas fue la construcción del Nuevo Mercado Municipal (25 de Mayo y San Martín). Por la misma época, el 19 de diciembre de 1961, entró en funcionamiento el equipo Siemens de Comunicación Interurbana con el cual ENTel comenzó en Azul a desarrollar las comunicaciones a través de equipos telefónicos de telediscado, teniendo, en esa primera etapa, un total de mil novecientos sesenta abonados al sistema.

         El Intendente siempre se preocupó por los trabajadores y los más desamparados. Cuando las arcas municipales no lo permitían, de su propio peculio solventó las necesidades de aquellos que recurrían a él. E inclusive, más de una vez, “buscó la vuelta” para que la firma comercial Diab Hermanos, de la que era asesor y consejero, hiciera el desembolso requerido. 

 

 Los sobresaltos de los últimos meses


         Proscripto luego del golpe del ´55, el peronismo trató de amortizar aquel violento embate y volvió a presentar candidatos para las elecciones convocadas por el Ejecutivo Nacional para el 18 de marzo de 1962. Aquí en Azul, Juan Carlos Pourtalé asumió la responsabilidad de recuperar para su Partido la conducción del Palacio Comunal. Sin embargo, no sería tarea sencilla y el resultado final fue el menos pensado.

         El presidente de la República, Arturo Frondizi, como tantos otros, confiaba en que el peronismo no iba a contar con el apoyo suficiente del pueblo para retornar al poder, pero, para su desgracia, se equivocó.

         El peronismo, que se encolumnó detrás de la Unión Popular, obtuvo la victoria en casi todo el país, demostrando que a pesar de los pronósticos, aún conservaba su fuerza y caudal electoral.

         En nuestra ciudad, aunque con un escaso margen de ventaja, Juan Carlos Pourtalé obtuvo 7.776 votos, mientras que el radical Juan Iturralde alcanzó 6.450 sufragios.

         Los militares, que se habían mantenido al acecho durante todo el mandato de Arturo Frondizi, reiniciaron una seguidilla de presiones. El Presidente intentó resistirse, sin embargo, el 29 de marzo de 1962 fue derrocado.

         En nuestra ciudad se vivía el descontento de los peronistas y la preocupación del Intendente por su sucesor. En este punto es importante aclarar que algunos consideran que desde aquél día de marzo, hasta la firma del Acta de traspaso de mando, Amado Diab se convirtió en Comisionado Municipal, sin embargo, ninguna documentación avala tal afirmación.

         Amado Diab completó su mandato de cuatro años no obstante el golpe de Estado que había derrocado al Dr. Frondizi. Una hábil maniobra civil, concebida por Julio Oyhanarte –miembro de la Corte Suprema de Justicia- impidió que los militares asumieran el gobierno, pues mientras el Dr. José María Guido, presidente del Senado, juraba en el recinto del alto tribunal, por “ausentismo” de Frondizi, el general Raúl Alejandro Poggi, se preparaba infructuosamente, para ocupar el sillón de Rivadavia en la Casa Rosada.

         Ante la crisis militar que enfrentó a los sectores “Azules” y “Colorados”, la Guarnición del Ejército Azul tomó partido por el último y se movilizó al Gran Buenos Aires con todos sus efectivos para participar de las acciones, viviéndose aquí horas de incertidumbre. Tiempo después nuestras fuerzas derrotadas volvieron a los cuarteles.

         El Interventor Federal de la provincia de Buenos Aires, Roberto Etchepareborda, designó como Comisionado del Partido de Azul al Dr. Enrique Carlos Squirru. En un sencillo acto el señor Amado Diab le entregó el poder a Squirru el 3 de mayo de 1962, notándose en el primero y en otros concurrentes la preocupación por el futuro de la comuna y del país.

En su discurso de despedida, recordando que en su mensaje de asunción al cargo había dicho que gobernaría con todos y para todos, Diab subrayó: “Me retiro con la satisfacción de haberlo cumplido y por ello hago público que todos los aciertos son de mis convecinos y los yerros son míos. En mi descargo les manifiesto que he puesto toda mi voluntad e inteligencia para que esos yerros no ocurrieran”.


Tres amores y un único patrimonio



Desde muy joven, y a pesar de no haber tenido más títulos que los mismos que le otorgó la ciudad con su afecto, tuvo una especial inclinación por la escritura. Durante más de veinte años, bajo el seudónimo “Indio Cautivo”, fue columnista de “El Tiempo”, donde escribía sobre deportes principalmente y temas de carácter general, inclinándose muchas veces por cuestiones comunitarias.

Autoproclamado -con la humildad que lo caracterizaba- “recitador”, era un gran enamorado de la literatura gauchesca, distinguiéndose por el empleo acertado de las más diversas metáforas y neologismos. Sin dudas, Martín Fierro era su obra de cabecera. 

Siendo un gran deportista, su tercera pasión lo llevó a convertirse en socio fundador del Club Atlético Vélez Sarsfield. Durante muchos años fue dirigente de la entidad velezana, desde la cual pudo desarrollar su vocación por la actividad deportiva y futbolera en la que no había rivales sino amigos. Asimismo, fue linesmanoficial en la Liga de Futbol, de la cual, además, fue miembro suplente de su Consejo.

            Con su particular estilo, Amado Diab siempre afirmó “Tengo un solo patrimonio: decir lo que siento”. Y así lo hizo siempre sin faltar jamás a la verdad.


Más allá de la función pública


            Antes y después de haber sido Intendente de Azul, Amado tuvo un sinfín de inquietudes que lo llevaron a participar en diversos ámbitos de la comunidad, destacándose siempre por su carácter emprendedor e innovador.

            Fue prosecretario de la Comisión Cooperadora del Destacamento de Bomberos de Azul, de la cual fuera presidente el Dr. Palmiro Bogliano.; en el mismo sentido, ejerció la conducción de la Comisión de Desarrollo Industrial de Azul.

            Supo ser también socio benefactor del Centro Numismático “Bartolomé Mitre” y, además, fue un gran impulsor del Círculo de Ajedrez creado –durante su administración- en octubre de 1961, actividad por la cual siempre manifestó un especial interés.


La última Peña

 

Durante muchos años Amado Diab integró la rueda que cotidianamente se formaba en la redacción de “El Tiempo” para “arreglar” (y desarreglar) el mundo en el debate de los más diversos temas. Él era uno de los más puntuales, porque el asiento de “la peña” era paso “obligado” en el camino entre su lugar de trabajo (la Organización Técnica Vivot) y su casa. El encuentro se producía al concluir la jornada laboral, hábito que Amado mantuvo, inclusive, cuando mediante la voluntad ciudadana expresada en las urnas desempeñó el cargo de Intendente.

Era una fría noche de junio cuando Amado caminaba por la calle Burgos, rumbo a su hogar, junto a su hermano Antonio. Ya habían dejado atrás otra agradable noche de peña entre amigos en el diario, cuando el ex Intendente decidió fumar. Sacó el atado de uno de sus bolsillos y al tomar un cigarrillo se le cayó al suelo. Para el asombro de ambos, cayó “parado”. Con su humor inigualable, Amado bromeó: “¡Mirá como cayó! Vaya rareza, ya veo que esta noche me muero…”.

A los 43 años, Amado Diab, murió esa madrugada en la víspera del Día del Periodista, el 6 de junio de 1963, pocas horas después de la que fue la última de sus visitas nocturnas a la redacción y tras un presagio al que nadie hubiera dado crédito.

 


Pedro Armando Lopez

estuvo al frente de la Municipalidad hasta el golpe militar de 1966


Con el Peronismo proscrito, en el plano nacional Arturo Umberto Illia, candidato por la Unión Cívica Radical del Pueblo, obtuvo en los comicios de julio de 1963 un pobre triunfo (apenas el 21% de los votos) y en nuestra ciudad lo mismo sucedió con el candidato oficialista Pedro Armando López.


Pese al escaso respaldo, López desarrolló una gestión brillante, propulsando diversas obras y posibilitando la instalación de múltiples empresas. En 1964 se inauguró el servicio cloacal, que mejoró la red sanitaria, y comenzaron sus actividades industriales: IPA (Industria Papelera Azuleña), el Frigorífico Azul para Frutos del País y Sudamtex S.A. que se dedicaba a la producción de hilados plásticos.

Un viejo y grave problema quedó resuelto en 1965 con la reapertura de la avenida Piazza pavimentada a nuevo por completo. Con respecto a esta obra cabe destacar la acción de López, que consiguió los fondos para que a los vecinos no se les ocasionen gastos. Algo similar ocurrió con la avenida Pellegrini, otro importante acceso a la ciudad, habilitado tiempo después. Pero, a pesar de una gestión destacable, lo que sucedía a nivel nacional pronto produjo su impacto en nuestros lares.


boveda que guarda sus restos en el cementerio






fuente: hemeroteca Casa Ronco
agradezco muy especialmente
a los señores  
Eduardo Agüero Mielhuerry   y Navas por el
material aportado