Este Blog es en homenaje a los que descansan en el Cementerio de Azul (Prov. de Buenos Aires, Argentina), que nos precedieron en el duro camino de la vida y que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a hacer grande a esta ciudad. Nació de la mano de Vicente Lencioni y hoy nos toca continuar su legado, siguiendo el principio que él se planteara al construir este sitio.
CEMENTERIO DE AZUL Homenaje a la majestuosidad de la muerte y a la síntesis histórica. La ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina, rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos. Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección. Entrando ya al interior del Cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la Argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa María Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.



A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que "la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.

(José Vicente Cuenca Phd Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia Santa Fé de Bogotá, 1994)


lunes, 5 de enero de 2015

Capitán Rufino Solano y otros...

Capitán Rufino Solano, Cacique Cipriano Catriel y otro


Capital Rufino Solano

                                                          Pedro Burgos


Este es un tributo hacia cuatro personalidades, que tuvieron mucho que ver en el desenvolvimiento de Azul, dos de ellos descansan en el Cementerio Municipal, son el   Capitán don Rufino Solano y su padre el general Dionisio Solano, otro en el Cementerio de la Recoleta, el general Prudencio Ortiz de Rozas, en la bóveda familiar, y el  cuarto el fundador de Azul, el coronel de milicias don Pedro Burgos,  falleció durante la batalla de Caseros. Y se ignora el lugar donde se encuentra su sepultura, pero está siempre presente fue el fundador de Azul.
El general Ortiz de Rozas, tenía a su cargo las tropas que acompañaban a los ciudadanos que venían a fundar la Ciudad de Azul-

…..En el curso del año 1832 era comandante general de la campaña, y por orden del Gobierno fue encargado de proceder al reparto de las tierras a los pobladores de Azul, de acuerdo al decreto expedido el 29 de septiembre de 1829

Bibliografia: Prudencio Martínez Zubiria
Fuerte San Serapio Martir de Azul Wikipedia
Rufinino  Solano
doctor Omar Alcántara
Wikipedia
Poema a Una Tumba Abandonada de Osvaldo Urbina
Historia del Antiguo Pago de Azul, de Alberto Sarramone
Suertes de Estancia
Buenos Aires
Imprenta «le Pablo E. C'oni—Perú tOf.
1864



DIONISIO SOLANO
Dionisio Solano, nació en Buenos Aires, fue teniente del primer Regimiento de Patricios (Saavedra), luchó en las Invasiones Inglesas, hizo la campaña del Paraguay y del Norte con M. Belgrano, actuó en la Batalla de Navarro con Dorrego (fue herido gravemente), luego hizo la campaña del desierto con Rosas, fue cofundador de Azul (jefe del convoy de familias fundadoras), fue Alcalde del Azul durante casi 30 años, actuó junto al hijo de M. Belgrano, el coronel Rosas y Belgrano (eran vecinos), le concedieron tres suertes de estancia por las cuales luchó hasta su muerte, hasta los 106 años, aunque más que la edad creo que se murió porque injustamente le quitaron sus tierras por medio de un fallo de la Suprema Corte de Justicia, en La Plata (expediente en archivo). Su territorio estaba en el mismo sitio que la tribu de Catriel (Mapa del sargento Cornell, Geodesia, La Plata) Cipriano Catriel y Rufino Solano nacieron en el mismo lugar, el mismo año y se criaron juntos. Rufino entendía la lengua y el alma de los indios y sabía hacer exactamente lo mismo que ellos (hablar, cazar, domar, hacer y usar armas, cabalgar, guiarse de noche, etc.).  Patrullaban juntos la zona, hay muchos partes que así lo acreditan, presentados ante el Juez de Paz de Azul (originales en el AGN)...


Lunes, 14 de marzo 2011
La Vanguardia.
Edición del jueves, 02 noviembre 1882, página 6
…………..—A la avanzada edad de 106 años ha fallecido en el Azul (provincia de Buenos
Aires) el español Dionisio Solano, uno de los primeros pobladores del territorio
Fronterizo con la Pampa.
Nuestro compatriota se ha visto rodeado, en su lecho de muerte, por todos
sus hijos, que son siete, el menor de 65 años.
SU FAMILIA FUNDADORA Y POBLADORA: Para entender el surgimiento de la figura del capitán Rufino Solano se hace imprescindible enlazar su figura con la familia de donde este provenía y su actividad en la región, su padre fue Dionisio Solano, cofundador de la ciudad de Azul, quien había nacido por el año 1776, en Buenos Aires, era hijo de Pedro Solano y Martina Pabón, era el único hijo varón y tenía seis hermanas las cuales eran: Martina Solano casada con José Santiago Enriquez; Paula Solano, casada con Antonio Pavón; Josefa Solano, casada con Ignacio Alfaro; Pascuala Solano, casada con Juan Berois; Petrona Estefanía Solano, casada con Pedro Benitez y Dominga Solano, casada con Pascual Olivera .
Dionisio Solano había sido guerrero de las invasiones Inglesas, como oficial del Regimiento de Patricios y de la Independencia Nacional junto al General Manuel Belgrano obteniendo el grado de Teniente . Posteriormente, encontramos a Dionisio Solano, entre los años 1824 y 1827, firmando con un grupo de vecinos de Matanza, Durazno, Lobos y Navarro, un documento que presenta Nicolás Anchorena al Congreso oponiéndose al proyecto de división del territorio de la Provincia de Buenos Aires, durante la Presidencia de Bernardino Rivadavia, el cual finalmente no se convirtió en ley . Luego participa en el Ejército Federal en Navarro, en 1828, donde fusilamiento del Coronel Manuel Dorrego, lugar donde fue herido y estuvo convaleciente durante algún tiempo, en ese combate hizo su bautismo de fuego Pedro Rosas y Belgrano, hijo natural del General Belgrano.






 Prudencio Ortiz de Rosas
Era el segundo hijo del militar León Ortiz de Rozas y de la estanciera Agustina López de Osornio. Ésta había heredado la estancia fundada al sur del río Salado por su padre, Clemente López de Osornio, cuando éste había sido muerto por los indígenas. Era hermano de don Juan Manuel de Rosas. Su nombre completo era Prudencio Domingo del Corazón de Jesús.
Por un breve período se dedicó a la administración de la estancia materna, pero pronto ingresó en las milicias de caballería provincial. Dedicó gran parte de su vida a la administración de campos familiares y propios, y a la actividad militar contra los indígenas. En 1823 casó con Catalina de Almada.
En 1826, con el grado de teniente, fue nombrado jefe de un destacamento que guarnecía el fuerte de la Ensenada de Barragán, cargo que ocupó durante toda la Guerra del Brasil.
En 1828 adquirió la estancia Santa Catalina, en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, cerca del lugar donde dos años más tarde se formaría el pueblo de Azul, del cual es considerado el fundador. Extendería esa propiedad rural años más tarde, por medio de la enfiteusis.

Se unió a don Juan Manuel en su lucha contra el general Juan Lavalle, y combatió en las batallas de La Vizcacheras y Puente de Márquez. En 1831 participó de la campaña del general Juan Ramón Balcarce contra la Liga del Interior, al frente del Regimiento Número 6 de Caballería, formado en su estancia de Azul.
En 1833 apoyó la Revolución de los Restauradores con las tropas de su mando, que trasladó hasta las cercanías de la ciudad de Buenos Aires. Después de la renuncia de Balcarce y la asunción de Juan José Viamonte, el general Agustín de Pinedo y el coronel Prudencio Ortiz de Rozas hicieron una entrada triunfal en la ciudad, al frente de 6.000 jinetes y 1.000 infantes.
En una oportunidad recibió – y obedeció – la orden de su hermano de fusilar sin juicio ni sentencia a un oficial, el capitán Montero, que estaba complotando contra el gobernador. Recibió la orden en un sobre cerrado, conducida por el propio Montero.
En 1839 organizó la defensa del gobierno de su hermano contra la revolución de los Libres del Sur, evitando que se extendieran fuera de su zona de origen, que iba desde Chascomús hasta lo que hoy es General Madariaga. Los enfrentó en la batalla de Chascomús, derrotándolos completamente.1
Regresado a Chascomús, indultó por orden de su hermano a los gauchos que habían participado en la revolución. En cambio, los jefes revolucionarios, generalmente estancieros, fueron enviados prisioneros a Buenos Aires. Curiosamente, casi ninguno de éstos fueron ejecutados, como sí ocurrió con otros enemigos de Rosas en esos años.
Persiguió a los jefes enemigos, especialmente a Pedro Castelli, que fue alcanzado y muerto cerca de Dolores por tropas de Granada, y su cabeza exhibida durante años en la plaza de ese pueblo. En cambio, el coronel Manuel Rico logró huir y embarcarse con cientos de hombres.

De regreso a Chascomús, defendió la zona de Magdalena contra la invasión de Lavalle de 1840. Fue ascendido al grado de general.
En 1845, tras el fallecimiento de su primera esposa, que le había dejado 8 hijos vivos, volvió a casarse con Etelvina Romero; se radicó desde entonces en el pueblo de Chascomús, donde compró varias estancias. Poco después se trasladó a la provincia de Santa Fe, colaborando en la reconquista de la provincia, invadida por Juan Pablo López, para el gobernador federal Pascual Echagüe.
Tras la batalla de Caseros — en la que no participó — permaneció alejado de toda actividad pública hasta octubre de 1853, en que vendió muchas de sus propiedades y se trasladó a Montevideo. Desde allí pasó a Portugal y luego a España, donde compró un palacio en Sevilla, en el que pasó el resto de su vida.
Murió en Sevilla, España, en 1857. Poco después, su hija Basilia Ortiz de Rosas se casó con el general húngaro Juan Czetz, quien fuera uno de los fundadores del Colegio Militar de la Nación.
Sus restos fueron repatriados en 1872 por su familia, y descansan en el panteón de la familia Ortiz de Rozas en el Cementerio de la Recoleta.



















PEDRO BURGOS
Nació en la provincia de Santa Fe (1) el 31 de marzo de 1777, siendo hijo de Narciso Burgos e Inés Aguilar. Nunca formó parte de un cuerpo veterano, perteneció siempre al Regimiento 5º de Caballería de Milicias de Campaña; cuerpo del cual mandaba el 5º Escuadrón cuando llegó a aquél punto, bajo el mando del coronel Narciso del Valle………………
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En 1832 salió de Buenos Aires al frente de una pequeña columna expedicionaria compuesta de 180 hombres, todos soldados de línea; acompañándolo también un convoy de carretas en las que viajaban las mujeres y demás familias de los expedicionarios. También se condujeron los materiales indispensables para la fundación de la población que se proyectaba: Fuerte San Serapio Mártir del Arroyo Azul.

Llegó Burgos al frente de su pequeña expedición, a las márgenes del Arroyo Callvú-Leuvú, ya llamado “Arroyo Azul” por los pocos pobladores que vivían en ranchos desparramados. En aquel sitió plantó y enarboló la bandera argentina, echando los cimientos del Fuerte Federación; desde 1830 y 31 existían allí algunas fuerzas a las órdenes del entonces coronel Prudencio Ortiz de Rozas, quien había fundado el Fuerte “Santa Catalina”, a 3 leguas de la actual ciudad de Azul, en campo de su propiedad.




A una Tumba Abandonada, esta es una poesía del Poeta, autor de numerosas poesías, guitarrero etc.
Don Osvaldo Urbina
  
Deje en su tumba paisano
Una flor y unas plegarias
Como rosas Necesarias
Para el alma de un cristiano
Y si me tembló la mano
Cuando me fui a santiguar
Fue que me puse a pensar
Entre triste y dolorido
Lo que puede don olvido

Cuando comienza a tallar