Este Blog es en homenaje a los que descansan en el Cementerio de Azul (Prov. de Buenos Aires, Argentina), que nos precedieron en el duro camino de la vida y que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a hacer grande a esta ciudad. Nació de la mano de Vicente Lencioni y hoy nos toca continuar su legado, siguiendo el principio que él se planteara al construir este sitio.
CEMENTERIO DE AZUL Homenaje a la majestuosidad de la muerte y a la síntesis histórica. La ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina, rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos. Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección. Entrando ya al interior del Cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la Argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa María Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.



A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que "la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.

(José Vicente Cuenca Phd Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia Santa Fé de Bogotá, 1994)


domingo, 13 de febrero de 2011

J Ergui y Señora

antorcha invertida

hojas de acanto


En esta bóveda encontramos una gran cantidad de símbolos masónicos, es una bóveda construida en cemento y podemos ver en su frontispicio las hojas de acanto este es un árbol 
de neto corte masónico, como la acacia y tiene el siguiente significado en la botánica funeraria masónica:

 ACANTO: Planta con forma de cardo y largas hojas espinosas, motivo ornamental muy frecuente y de hecho presente en los capiteles de las columnas corintias. De acuerdo al canon masónico debe decorar las columnas ubicadas a ambos lados de la entrada a una logia, llamadas Jakim (“J”) y Boaz (“B”) como las que construyó, según la tradición veterotestamentaria, Hiram en el Templo de Jerusalén. Para la tradición clásica las hojas de acanto simbolizan las artes en tanto que para el cristianismo, el dolor y la penitencia.

ANTORCHA: Se la identifica con el sol y con el fuego (ver) y constituye para la masonería el símbolo de la purificación por iluminación. Presente en los rituales de iniciación, representa la purificación complementaria al agua. En la estatuaria funeraria masónica, las antorchas inclinadas representan la extinción de la vida.
ACACIA: Árbol sagrado en el Antiguo Egipto donde representaba el
nacimiento y la muerte. También es sagrado en el Antiguo Testamento: Moisés ordena
construir con su madera el Tabernáculo y el Arca de la Alianza. En la doctrina hermética
simboliza el testamento de Hiram que enseña “que hay que morir para revivir en la
inmortalidad”.
Resignificando estas tradiciones los masones utilizan la acacia como símbolo de la
inmortalidad del alma, de la inocencia y de la iniciación. En un monumento funerario
representa la incorruptibilidad del alma y la inocencia y pureza de los actos del difunto.

1 comentario:

  1. Muy buenas historias ademas debe haber mucho para investigar resulta un buen tema realizar una microhistoria con los cementerios de pueblos Atte Andrea Aguirre

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