Este Blog es en homenaje a los que descansan en el Cementerio de Azul (Prov. de Buenos Aires, Argentina), que nos precedieron en el duro camino de la vida y que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a hacer grande a esta ciudad. Nació de la mano de Vicente Lencioni y hoy nos toca continuar su legado, siguiendo el principio que él se planteara al construir este sitio.
CEMENTERIO DE AZUL Homenaje a la majestuosidad de la muerte y a la síntesis histórica. La ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina, rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos. Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección. Entrando ya al interior del Cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la Argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa María Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.



A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que "la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.

(José Vicente Cuenca Phd Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia Santa Fé de Bogotá, 1994)


viernes, 3 de diciembre de 2010

breve biografia del primer sepultado en Azul

Martiniano Rodríguez


Nació en Entre Ríos en la última década del siglo XVIII. Apenas producido el movimiento emancipador, se incorporó al Regimiento de Dragones de aquella Provincia el 1º de setiembre de 1810, en clase de soldado. Ascendió a cabo, el 8 de noviembre del año siguiente, y a sargento el 15 de junio de 1812. Recibió los despachos de alférez de su cuerpo, el 15 de junio de 1813, actuando más adelante a las órdenes de Ereñú y Francisco Ramírez en la lucha que tuvo por teatro aquella provincia. Por méritos adquiridos en cruentas campañas, ascendió a teniente, el 1º de enero de 1820 y a capitán, el 1º de setiembre de 1821.



Con el Regimiento de Dragones, y bajo el mando del comandante Andrés G. Morel, el 13 de noviembre de 1823 se embarcó en Concepción del Uruguay, en buques enviados por el gobierno de Buenos Aires, para ser transportados a esta Provincia, donde iban a prestar servicios por disposición del gobernador de Entre Ríos, coronel Lucio Norberto Mansilla, juntamente con el escuadrón de Húsares de la Muerte, mandado por Anacleto Medina, el que a su vez, se embarcó el 26 del mismo mes de noviembre de 1823, con el mismo destino que el escuadrón de Dragones: Ensenada de Barragán. Rodríguez era capitán de la 2ª compañía de dicho escuadrón.



Inmediatamente partieron estos escuadrones a la Guardia de Kakel, tomando los Dragones posteriormente el nombre de Regimiento de Coraceros Nº 7, estando Rodríguez a cargo de la 2ª compañía del 2º escuadrón del mismo, en mayo de 1825. En marzo de 1827 pasaron a guarnecer el Fuerte Independencia (hoy Tandil), marchando en enero del año siguiente a Bahía Blanca. El 23 de noviembre de 1826 le fueron extendidos despachos de capitán de la 2ª compañía del 1er escuadrón del Regimiento Nº 7, con antigüedad del 1º de setiembre de 1821, siendo promovido el 21 de marzo de 1828 a sargento mayor; siendo Rodríguez uno de los fundadores de Bahía Blanca, con el coronel Estomba.



En enero de 1829, el teniente coronel Morel marchó desde Bahía Blanca en dirección al Fuerte Independencia, donde se hallaba el coronel Juan Ramón Estomba, para, desde aquel punto, marchar reunidos a incorporarse a las fuerzas del general Lavalle. Con Morel marchaba la indiada del cacique Venancio Cayupan y los Borogas; seducidos los indígenas por los emisarios de Juan Manuel de Rosas, se sublevaron en Napostá Grande, matando a Morel y dispersando su regimiento, salvando de la furia de los salvajes, el sargento mayor Montero, el de igual jerarquía Martiniano Rodríguez y el teniente Mariano Viejo, con veintitantos hombres; quedando prisioneros el sargento mayor Iturra y entre los muertos, también el ayudante mayor Severo Cornell. Tal suceso acaeció el 30 de enero de 1829.



Después de este hecho, el mayor Rodríguez se incorporó al Regimiento 2 de Caballería de Línea, en el cual fue promovido a teniente coronel del 2º escuadrón, el 28 de diciembre de 1829, destacado en Bahía Blanca. A mediados de julio de 1830 relevó al coronel Paulino Rojas en la jefatura militar de aquel punto. Durante su permanencia en este cargo, acreditó dotes notables de soldado y fue un terrible paladín en la lucha contra los salvajes, capturando sucesivamente a los caciques: Maule, Toriano, Cabeza Blanca, Lomo Colorado y otros no menos temibles de la Pampa. El 8 de julio de 1831 informó al Ministerio de Guerra, que 2.000 araucanos, con su cacique mayor Toriano a la cabeza, habían jurado seguir a las banderas federales bajo las superiores resoluciones del gobernador Rosas.



En julio de 1832, además de la Guardia de Bahía Blanca, Rodríguez tenía bajo su comando la guarnición de la Guardia Argentina. En octubre del mismo año fue ascendido a coronel graduado y en diciembre del mismo, con tropa del Regimiento Nº 2, organizó el Regimiento de Blandengues para la Nueva Frontera. Permaneció en Bahía Blanca hasta abril de 1833, fecha en que pasó a guarnecer el Fuerte Argentino en las proximidades de aquel punto. Numerosos fueron los ataques de los indios que repelió, especialmente, en setiembre de 1837 en el Pozo del Indio, en combinación con el coronel Antonio Ramírez; en abril de 1839 por la división ligera del sargento mayor Francisco Iturra; y en febrero de 1840, en que habiendo descubierto una rastrillada de los salvajes en el Arroyo Salado, en el camino del Fuerte Independencia, una división de la guarnición de Fuerte Argentino, los esperó al regreso y los puso en completa derrota.



Promovido a coronel efectivo del cuerpo “Dragones de Nueva Frontera” (nombre que había tomado el Regimiento de Blandengues), el 1º de setiembre de 1838, Martiniano Rodríguez se hallaba en jefe de aquel lugar destacado en el Sur, cuando en julio de este año fue capturado preso el comandante Juan Zelarrayán, acompañado del soldado Santiago Pardo, en la costa del Río Colorado, el cual fue degollado por los que estuvieron encargados de su captura. Cuando tuvo lugar la revolución del Sur, en octubre de 1839, el coronel Rodríguez partió de Bahía Blanca, al frente de 800 hombres, para cooperar en la campaña contra los rebeldes, pero la batalla de Chascomus, librada el 7 de noviembre, hizo innecesario su avance a la zona de los sucesos.


falleció el 17 de marzo de 1841.



Fuente

Efemérides – Patricios de Vuelta de Obligado

www.revisionistas.com.ar

Yaben, Jacinto R. – Biografías argentinas y sudamericanas – Buenos Aires (1939).



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