A.•. L.•. G.•. D.•. G.•. A.•. D.•. U.•.
S.•. F.•. U.•.
LA PARÁBOLA DE LA ACACIA
La presente es una traducción del artículo original en inglés: "The Parable of the Acacia," escrito por el Q.•. H.•. Patrick C. Kansoer, Sr. y publicado en The Freemason Newsletter.
Y aconteció que el número de días del justo fue de complacencia. Y el G.•. A.•. D.•. U.•. le ordenó depositar sus herramientas por última vez y viajar en procura del alivio eterno a ese país no descubierto, de cuyo límite ningún viajero retorna.
Y la Log.•. se congregó para realizar un servicio Masónico al H.•. que partió. Se sorprendieron al hallar al justo reposando en un simple ataúd de pino, sin ornamentación, como si fuera un pobre. Esto fue sorprendente dado que el H.•. había sido un hombre de considerables recursos materiales y hubiera podido financiar los mejores servicios funerarios.
El Ven.•. Maest.•. percibiendo la confusión del Tall.•., comenzó la instrucción diciendo: "Mis HH.•., Ustedes saben que el H.•. que partió fue un Masón Justo y Honorable, que observó bien la premisa del oído atento y la lengua instructiva. Hay una lección Mas.•. aquí, dado que la Masonería consiste en una conducta basada en una antigua y jeroglífica instrucción moral, enseñada según antiguos usos, mediante símbolos, emblemas y alegorías, debemos reflexionar sobre cómo la lección se revela."
"Quizá, afirmó el Prim.•. Vig.•., la lección del simple ataúd de pino sea revelada en el símbolo de la Acacia. He leído mucha literatura masónica sobre esto que asegura que el árbol de Acacia, nativo de clima caliente, se supone sea la madera de Acacia del Antiguo Testamento. La misma madera que el Antiguo Testamento nos cuenta fue el material con el cual se construyó el Arca de la Alianza. Se nos ha dicho que una rama de Acacia fue colocada por los HH.•. a la cabecera de la tumba de Hiram, lo cual se refiere a una antigua costumbre en aquellos países del este, de embalsamar los muertos utilizando siempre la Acacia, en especial en la preparación de la cabeza y la deshidratación del cerebro."
El poeta Ovidio describe así la muerte del Fénix:
'Sobre un árbol sombrío ella descansa,
Y en la más alta rama, su nido funerario
Su pico y garras construyeron; luego esparce sobre él
Bálsamo de Casia, Nardo, Mirra y Canela;
Por último en la fragante pila ella misma descansa,
Y en aromas disipados, finalizan sus días.'
Las tumbas en Grecia casi siempre se marcaban por un arbusto o guirnalda de hierbas y ramas, con hojas arrojadas sobre la tumba y la misma costumbre se seguía en Italia."
El Seg.•. Vig.•. respondió: "Hay alguna dificultad en seguir el rastro del uso simbólico de la Acacia en la Masonería, aunque es cierto que alguna siempreviva se ha utilizado por siglos como símbolo de la inmortalidad y la resurrección. No existían árboles de Acacia en Inglaterra cuando Preston perfeccionó los rituales."
Y el Ven.•. Maest.•. añadió: "Las LLog.•. en Bretaña y en otros climas templados deben haber usado otros tipos de siempreviva, con la Acacia introducida en los rituales proviniendo de la Escrituras Hebreas.
Esta antigua tradición de un árbol sagrado y universal... El Árbol de la Vida... Invisible, la real estructura, el intercambio de energía vital de todo el universo, es el corazón viviente de la mitología germánica. Es sobre este árbol siempre verde, 'cuya naturaleza o especies nadie conoce,' que el principal dios germánico, viene a descubrir, a través de la experiencia de su mortalidad, quién es. A sus pies se encuentra el más profundo de todos los pozos, el pozo del Tiempo, cuyo fondo nadie ha explorado y alrededor del cual se sientan tres mujeres ciegas, las Parcas, hilando el hilo de las vidas y de los eventos, midiéndolo y luego cortándolo. El gran árbol detrás de ellas es una entidad dinámica... Siempre consumido por los ciervos quienes comen sus hojas (lo que refleja los hábitos de los ciervos en invierno) y por una enorme serpiente diabólica que continuamente intenta devorar las raíces del árbol muy por debajo de la superficie de la mitad del mundo en la cual viven los seres humanos. El Árbol de la Vida sobrevive reproduciéndose continuamente a medida que es consumido, de tal manera que nunca disminuye ni crece, una idea no desconocida por la física moderna.
El Árbol de la Vida en realidad tiene solo dos peligrosos enemigos, en el mundo de la mitología germánica, las fuerzas primarias, no vivas, del frío y el calor. Sin embargo para todos los seres, dioses germánicos y humanos, estas irreflexivas fuerzas enemigas inorgánicas, no son simplemente peligrosas sino letales.
En el final del mundo, el 'Crepúsculo de los Dioses', ellas darán fin a los dioses. Los seres humanos serán por supuesto, aún más vulnerables al frío y al calor cósmicos, a menos que quizá... Cuando el fin del mundo sobrevenga, después de tres inviernos interminables, los grandes glaciares del norte comenzarán a moverse de nuevo, arrasando con todo a su paso. La gran serpiente atacará a Thor, el dios de la fortaleza personal, y lo matará con sus colmillos venenosos, en el mismo momento Thor enterrará su martillo en la cabeza de la serpiente, matándola. Woden, el dios de la conciencia y los sentimientos, será tragado por las enormes mandíbulas del lobo Fenrir, cuya boca se abre de uno a otro extremo del espacio. Toda la mitad del mundo será sacudida por terremotos y envuelta en furiosas llamas que subirán hasta el sol y la luna. Bolas de fuego surgirán de la tierra y caerán de los cielos, las fuerzas del calor emergerán desde el sur para empeñarse en un terrible combate con las fuerzas masivas del frío que bajan procedentes del norte. Todos los seres humanos serán destruidos, excepto dos.
Antes de que el terrible cataclismo final ocurra, el Árbol de la Vida abrirá su gran tronco y admitirá al último niño y niña, luego se cerrará alrededor de ellos para protegerlos y mantenerlos a salvo durante el fin del mundo. Cuando el final termine, el árbol habrá sobrevivido. Un nuevo cielo aparecerá, con una nueva luna, un nuevo sol y nuevas estrellas y cuando la pradera reverdezca con nuevos pastos, el árbol se abrirá y dejará salir a la niña y al niño para comenzar un nuevo mundo. El Árbol de la Vida es para los humanos, el Árbol de la Salvación. El mito germánico va en paralelo con el Génesis excepto por la fruta comestible.
En un mundo mítico con un elevado lugar para el árbol y en un mundo al norte en el cual cada invierno frío y nevado, puede ser visto tan peligroso y profético del fin del mundo, no es sorprendente que los árboles que pueden permanecer vivos y verdes durante el frío invernal (y también sobreviven los incendios forestales), puedan ser vistos como micro manifestaciones del Árbol de la Vida. Ellos podrían ser tenidos como sacramentos, conteniendo visiblemente la presencia real y la fuerza de la vida, del invisible Árbol de la Vida.
En diciembre de cada año, el Árbol de la Vida viene a la casa. Un árbol dentro del hogar después de todas los siglos transcurridos, es un milagro suficiente. Para celebrar y glorificar su antiguo y compasivo poder mágico, es decorado con luces (velas encendidas en Alemania) y con oropel, para asegurar que luzca radiantemente sólido y feliz a pesar del frío y el hielo. Luego, una estrella se coloca en su ápice, dado que los hombres sabios con seguridad hallarán su camino hacia este árbol, siguiendo la Luz.
En el sur romano, aparece el inconquistable sol, 'sol invictus', que tradicionalmente es el objeto en la naturaleza honrado el 21 de diciembre, pues en aquel día el sol permanece quieto en el horizonte y rodea para traer luz y calor de nuevo hacia el norte. En la Europa nórdica con sus cielos nublados y largas nevadas que oscurecen cualquier visión del sol, será el árbol sagrado, el siempre verde pino, hojas verdes y agujas sosteniendo su base fielmente, cubierto con gruesas mantas de fría nieve invernal, rodeado por otros árboles de la floresta, deshojados y helados, el que hablará su propio lenguaje.
La leyenda del árbol de Navidad... El leño navideño, árbol silvestre versión de 'Santo'... El Génesis del 'ataúd de pino'... ¿Un Árbol de la Vida en miniatura para proteger el cuerpo hasta el fin del mundo?
Y así, mis HH.•., quizá esta es la lección que nuestro querido camarada que ha partido, quiso transmitir a través del uso de un simple ataúd de pino para albergar sus recuerdos terrenales. Que el G.•. A.•. D.•. U.•. nos ha provisto con las herramientas necesarias para perfeccionar nuestra Ashlar de tal manera que encaje en aquella casa no hecha por manos, eterna en los cielos, de modo que nosotros como MM.•. podamos estar de pie ante nuestro Creador y escuchar sus palabras de bienvenida, 'Bien hecho, Tú, buen y fiel servidor' Entra, Tú, en la gloria del Señor."
Y el Tall.•. escuchó la instrucción y aprendió.
Para tí el paraíso está abierto, el árbol de la vida se ha plantado, el tiempo de la venida se encuentra preparado, la abundancia está lista, una ciudad se ha construido y se permite el descanso, verdaderamente la perfecta bondad y sabiduría. -2 Esdras 8:52
Bibliografía:
Morals & Dogma – Pike
Freemasonry; It’s Hidden Meaning – Steinmetz
Coil’s Masonic Encyclopedia – Coil
Grand Lodge Standard Work – Grand Lodge AF&AM of Illinois
Encyclopedia Britannica
©2001 Patrick C. Kansoer, Sr. All Rights Reserved
fuente Internet
Este Blog es en homenaje a los que descansan en el Cementerio de Azul (Prov. de Buenos Aires, Argentina), que nos precedieron en el duro camino de la vida y que con su esfuerzo y dedicación contribuyeron a hacer grande a esta ciudad.
Nació de la mano de Vicente Lencioni y hoy nos toca continuar su legado, siguiendo el principio que él se planteara al construir este sitio.
CEMENTERIO DE AZUL Homenaje a la majestuosidad de la muerte y a la síntesis histórica. La ciudad de Azul, provincia de Buenos Aires, Argentina, rinde homenaje a la majestuosidad de la muerte, con una imponente escultura hecha en 1938, por el arquitecto e ingeniero Francisco Salamone. Esta escultura representa un ángel flamígero con una espada en las manos. Como dijo alguien, pareciera que estuviera marcando la frontera entre la vida y la muerte; además esta representando para los creyentes la esperanza de la resurrección. Entrando ya al interior del Cementerio encontramos dos cenotafios que rinden homenaje a los muertos de los dos grandes partidos políticos cuya ideología la podemos considerar fundacional de la Argentina moderna. Uno es en homenaje a los muertos en la Revolución Radical, de 1890 y el otro es en homenaje al Teniente General Juan Domingo Perón y a su esposa María Eva Duarte. Es como si esta Ciudad Cervantina, de profundas raíces Pampas, en la que hace años se señoreaban los pueblos originarios, tierra en que tantos desencuentros se produjeran, quiere ser hoy la heredad de la síntesis unificadora de tantos años de desencuentros.
A los desaparecidos de toda la tierra, de todas las épocas por distintos motivos, quienes con su sacrificio han hecho posible que "la muerte le enseñe a los vivos" a soñar con un Mundo lleno de respeto por las ideas del otro.
(José Vicente Cuenca Phd Departamento de Antropología Universidad Nacional de Colombia Santa Fé de Bogotá, 1994)
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